Un 80 % de canteranos en el Celta B en dos años y llevar al C a Segunda RFEF, el plan para los filiales

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

RC CELTA

El club tiene hojas de ruta definidas tanto para su primer filial como para el segundo

17 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta tiene una hoja de ruta definida para sus filiales: que el Celta B se asiente en Primera RFEF con un 80 % de canteranos en el espacio de dos temporadas, el mismo período de tiempo en el que el club espera llevar al Celta C Gran Peña a Segunda RFEF con el objetivo que no se note tanto el salto.

El plan para los filiales comenzó a cocerse el pasado verano, cuando la entidad celeste añadió a su estructura al Gran Peña para convertirlo en el Celta C, conjunto que en estos momentos milita en la Preferente Autonómica, la quinta categoría del fútbol español. Ayer venció por 0-2 al Portonovo y solo lleva tres derrotas en 13 encuentros disputados.

La primera premisa era confeccionar una plantilla fuerte para que el Celta B fuese capaz de mantenerse en la Primera RFEF, una categoría considerada durísima en el club. El objetivo es mantener al primer filial en el tiempo en este tercer escalafón del fútbol español y que en el plazo de dos años el 80 % de los jugadores sean productos de la cantera del conjunto vigués.

A los Miguel Rodríguez, Gabri Veiga y compañía se les debe unir en poco tiempo la generación que viene en camino desde el juvenil de División de Honor y desde el propio Celta C, que ahora cuenta en su elenco con peloteros como Gael Alonso, Fran López o Darío Germil, que finalizaron la etapa juvenil la temporada pasada.

Es el segundo filial el que necesita, desde el prisma del Celta, un empujón en cuanto a su categoría y el objetivo es llevarlo a Segunda RFEF, dos peldaños por encima del actual. De entrada tiene que luchar por ascender a Tercera RFEF en la temporada en curso y a continuación buscar el cuarto peldaño, en el que habita ahora el Coruxo.

Las edades

En esa hoja de ruta, y salvando las lógicas excepciones, el segundo filial debe nutrirse esencialmente de juveniles de 18 años y de canteranos hasta los 21, edad en la que ya tendrían que pasar el filtro para llegar al Celta B, cuya horquilla de edad en esta hoja de ruta alcanzaría hasta los 23 años, sin descartar casos excepcionales.

El objetivo de este plan es acortar las distancias entre categorías y que el primer equipo pueda tirar del Primera RFEF y el Celta B del segundo filial. Por el momento, no entra en los planes la posibilidad de llevar al filial a Segunda División, aunque tampoco se descarta si en alguna temporada está en disposición de luchar por ello.