Los vigueses, que presentarán cuatro cambios en el once, quieren rentabilizar su buen juego ante un Villarreal de Champions para invertir la tendencia en Balaídos
20 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta inicia esta sobremesa el esprint final de año. A los de Eduardo Coudet les esperan cinco partidos de liga y, si no surge nada raro, dos de Copa ante del último parón del 2021. Un espacio de tiempo en el que el primer objetivo de los célticos debe ser viajar hasta un puerto de abrigo, lejos de las olas que le puedan empujar hacia la zona de descenso.
Y el primer escollo a salvar es un equipo de Champions, un Villarreal que llega a Balaídos después de solventar su duelo con el Getafe pero sin conocer por el momento el triunfo a domicilio. Curiosamente, el Celta tiene un problema parecido como local, en donde por el momento suma cuatro puntos de 21 posibles.
Al último, sumado antes del parón en el partido ante el Barcelona, se agarra el equipo para romper la tendencia y recuperar su tradicional fortaleza en Vigo. Los celestes empujaron con todo en un segundo tiempo épico para pasar del 0-3 al 3-3, un encuentro que Coudet no quiere tomar como referencia porque la línea de juego céltico en casa es esa desde hace tiempo. El plan será el mismo: intentar tener el balón, darle dinamismo al juego y hacer de la presión alta un valor capital para crear ocasiones en el área rival.
Pero la permanencia no vive de victorias morales y los vigueses necesitan resultados de un modo inmediato aunque enfrente esté un equipo que tradicionalmente no se le da nada bien en Vigo (solo un triunfo en los últimos tiempos).
Ante el submarino amarillo, el Celta presentará cuatro novedades en el once con respecto al equipo que inició el partido ante el Barcelona: Kevin Vázquez se encargará del lateral derecho por la lesión de Hugo Mallo, Fran Beltrán vuelve a la titularidad supliendo al sancionado Renato Tapia, Brais Méndez cumplió el partido de sanción y desplaza a Augusto Solari, mientras Santi Mina volverá a lucir en la punta de ataque en vez de Thiago Galhardo. Todos los demás serán los mismos incluido Jeison Murillo en el centro de la defensa. El Chacho mantiene su fe ciega en el colombiano, en esta ocasión reforzada por el cansancio de Néstor Araujo, que fue el último en llegar a Vigo después de jugar con México en la madrugada del martes al miércoles.
El Villarreal, con un plantel de tronío, llega apurado en la liga. Los de Emery solo tienen tres puntos más que los vigueses y necesitan acercarse a su zona noble cuanto antes. Por el momento, suman dos empates y dos derrotas a domicilio.
En cuanto a efectivos, no puede contar con Gerard Moreno y Yeremy Pino en la punta del ataque, pero aun así formará un once de primer nivel y un banquillo que sería la envidia de muchos en la liga española. El Villarreal es un equipo camaleónico, que puede vivir del orden y del contragolpe o adueñarse del balón y gobernar el partido de pase en pase. Un duro reto para el Celta.
