Jeison Murillo, ante el espejo

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

RC CELTA

El central colombiano reconoció que ha cometido errores en este primer tramo de liga y que no ha podido hasta el momento ofrecer su «mejor cara»

11 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Jeison Murillo que maravilló en su primer semestre en Vigo, a las órdenes de Óscar García Junyent en la temporada 2019/2020 queda ahora muy lejano. No apareció la temporada pasada, mucho más discreta que aquellos primeros meses como céltico, ni tampoco se está vislumbrando en lo que va de curso. Más al contrario. Pero el central colombiano lo sabe, lo asume y trabaja para cambiarlo. Sin profundizar demasiado en el asunto, el defensa no escurrió el bulto al ser preguntado por su rendimiento individual y reconoció fallos al tiempo que proclamaba sus ganas de mejorar.

El foco ha estado puesto en él de manera especial por dos errores con consecuencias para el equipo en las últimas semanas, en concreto en los dos últimos partidos en Balaídos. Frente a la Real Sociedad, rompió el fuera de juego en la acción que terminaría con el primer gol de los vascos, mientras que el pasado sábado ante el Barcelona, permitió que Memphis Depay rematara solo en el 0-3 y también había dado facilidades en la acción del tanto con el que los culés abrían el marcador.

Murillo regresó el pasado verano para vivir su tercera cesión, incorporándose cuando ya se habían disputado tres jornadas. En las diez restantes, ha sido de la partida en todas, variando sus compañeros del centro de la zaga, pero siempre con su presencia en cada once. Además, completó siete de esos duelos y jugó siempre un mínimo de 70 minutos. Por eso en el agotamiento se puede encontrar parte de la explicación, como él mismo admitía. También en el hecho de no haber completado la pretemporada junto a sus compañeros.

A la pregunta de si estaba contento con su rendimiento, Murillo no llegó a ofrecer una respuesta directa, pero el «no» se deducía de sus palabras. «Trato de dar el máximo en cada partido. Es obvio que siempre se cometen fallos individuales y colectivos», asumió el futbolista. Y a renglón seguido, al mencionarle si se había sentido cansado, asintió: «Es normal cuando tienes una suma de partidos en poco tiempo que el agotamiento se demuestre. Pero trabajamos para estar bien», subrayó.

Murillo explicó que no pidió el cambio frente al Barcelona —fue sustituido en el 70—, pero que sí notaba sobrecarga en los isquiotibiales y el cuerpo técnico, cuyos integrantes son «inteligentes», lo detectó y de ahí que fuera relevado. No es la primera vez que acaba un partido tocado y lo achaca a no haber podido realizar una preparación convencional en verano con el equipo al incorporarse más tarde. «Se puede ver de esa manera —respondió al plantearle si esa podía ser la causa—. Trato de trabajar todos los días la nivel de los compañeros, pero es cierto que tienen un plus por el tema de la pretemporada», si bien él hace todo lo posible por «dar el máximo y responder hasta donde pueda».

El cafetero insiste en que trata de «dar lo mejor» en cada compromiso, pero sin ocultar que eso no siempre tiene el reflejo deseado. «No siempre somos lo que queremos. Intentamos, a nivel individual, acatar las ideas del técnico, pero muchas veces, físicamente, no nos encontramos bien», ahondó. En ese sentido, dejó claro que es consciente de que está lejos de su mejor versión. «Es cierto que no he dado la mejor cara mía, pero he tratado de suplir cada error con ayuda a los compañeros e intento estar cada día mejor», incidió. No se quiso poner nota: «Siempre quiero más», argumentó.

Las críticas no le preocupan, ya que destaca que todos son adultos, maduros y profesionales para gestionarlas. «Aunque te señalen injustamente, este deporte se trata de saber manejar las situaciones», partiendo de que es inevitable cometer errores. «Somos seres humanos. Siempre vamos a tratar de dar lo mejor por esta camiseta. Cuando uno se equivoque, hay que alzar la mano, pedir perdón y pensar que en pocos días, siempre hay una revancha».

En busca de una copia mejorada

Murillo no tiene una respuesta clara a la pregunta de qué falta para ser el Celta de Eduardo Coudet del curso pasado. «Todos los años son diferentes. Esta temporada quizá el equipo no empezó de la mejor forma y ahora está siendo difícil», valoró. Comentó que no solo está resultando duro para ellos, porque «si ganas un partido, te metes arriba y si pierdes dos, estás en el pozo».

Ahora, considera, «el equipo trata de ser una copia de lo que fue el año pasado o mejor», si bien es cierto que hay «fallos» y momentos en que se les «va de las manos». «Por x motivos, nos meten un gol de la nada, pero vamos a trabajar, a seguir creyendo en nosotros y a explotar el fútbol que tenemos», desgranó.