Un gol fantasma y la falta de acierto condenan al Celta B (1-2)

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Con el 0-1 el árbitro no dio validez a un tanto de Iker Losada que pudo marcar el partido ante el Inter de Madrid

24 oct 2021 . Actualizado a las 15:01 h.

Una mala salida, el infortunio y un gol fantasma (muy claro) que el asistente no quiso ver, acabaron con el carácter de invicto del Celta B como local y frenan su escalada en la Primera RFEF. El Internacional de Madrid fue valiente, aprovechó sus momentos y se encontró con la anuencia arbitral para salir vivo de Barreiro.

Lo único que se le puede criticar al Celta B, con cinco canteranos en el once, fue su puesta en escena. Los vigueses, quizás sorprendidos por la valentía del equipo madrileño, salieron aletargados, sin tener el control del partido y jugando a la contra y cuando quisieron reaccionar, se encontraron un partido sin ritmo y lleno de interrupciones, como quería el rival, que por encima se vio por delante en el marcador después de la media hora al cabecear, casi a placer, Ramos un centro desde la izquierda.

Tres minutos después, llegó la jugada que pudo cambiar el curso del partido. Alfon remató al palo y el rechace cayó en los pies de Iker Losada, que con toda la portería a favor disparó y su balón traspasó claramente la línea de gol, pero el portero visitante, con todo el cuerpo dentro de la portería, repelió el balón y engañó al árbitro, y a su asistente, que no dio validez al tanto. La injusta decisión desquició a los vigueses, que en el segundo minuto de alargue recibieron un nuevo mazazo al marcar Álvaro Martín de falta directa. Un golazo por toda la escuadra y 0-2 al descanso.

El segundo tiempo fue un monólogo del Celta B, pleno de oportunidades, hasta que Onésimo desordenó el equipo, al pasar a jugar con una defensa de tres centrales, lo que quitó de la banda a Diego Pampín, que estaba siendo un auténtico puñal y el generador de las mejores ocasiones celestes. El de Oleiros se quedó a un palmo del gol en un tiro cruzado tras una combinación con Gabri Veiga, que devolvió el esférico de tacón.

El gol de Alfon

A la hora de partido Alfon González, también activo, metió a los vigueses en el partido al acortar distancias con un tiro raso en medio de un bosque de piernas. Entonces el Internacional se estiró un poco para evitar la sensación de agobio y un disparo de Álvaro se encontró con una mano salvadora de Gaizka Campos, pero de igual modo Jordan Holsgrove respondió con un tiro al palo y con un remate envenenado de Iker Losada que fue repelido por Yelco, el portero del equipo de Villaviciosa de Odón.

Faltaban 20 minutos y a los vigueses se les acabó la pólvora. Ya no hubo juego por bandas, volvió la acumulación en el pasillo central y los cambios no mejoraron al segundo equipo céltico, que ve detenida su escalada en la tabla en el momento más inesperado. El próximo domingo los de Onésimo repiten en casa ante la UD Logroñés.