Las claves del vacío de Balaídos, vistas por el celtismo

m. v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

M.Moralejo

Aficionados ahondan en los que creen que son los motivos de la falta de espectadores

21 oct 2021 . Actualizado a las 21:10 h.

10.774 espectadores sobre un aforo de 18.267 -cifras oficiales- presenciaron el domingo en Balaídos el partido frente al Sevilla. ¿Por qué tan pocos? La cuestión es compleja y cuando se les formula la pregunta a los aficionados del club, son muchas las respuestas que salen a relucir. Unas, con más fuerza, y otras, de manera más residual, pero la impresión es que, en mayor o menor medida, todas han confluido para que en el estadio haya más butacas vacías de lo esperable. Más de un centenar de personas dieron sus puntos de vista al lanzar la cuestión en las redes sociales de Grada de Río, la web del Celta de La Voz.

Número de socios

«Seremos 12.000 como moito»

El número de socios se revela, sin duda, como una de las claves. La cifra no se ha hecho pública, pero Mouriño sí dijo que habían renovado «el 90 o el 95 %» de un total de 16.801 que, según la entidad, era la cifra de la temporada pasada. «No hay los socios que dicen que hay», opina Nuria Nuño. Para Álex Vila son «12.000 como moito». El resto de respuestas a la pregunta principal de por qué va menos gente a Balaídos buscan contestar al mismo tiempo por qué no hay más socios. El primer gran interrogante.

Trato al abonado

«Andan a patadas cos socios»

Son muchos los abonados que se dicen decepcionados por el trato recibido por parte del club. Tanto  entre los que por ese motivo dejaron de serlo como entre los que continúan. «Andan a patadas cos socios», lamenta Manuel García Losada. Alberto Filgueira apunta: «La gestión y el trato a los abonados son patéticos. Y lo digo como abonado». Solo dos ejemplos de muchos, con uso frecuente de palabras como «maltrato» o «ninguneo». Para Adrián Bravo, «o Celta como entidade empresarial decidiu que as persoas que asisten á bancada son secundarias». También hay quien cree que no son motivos suficientes: «A mí no me echa nadie de Balaídos por muchas faenas que me hagan, el Celta está y debe estar siempre por encima», reivindica Marga Reguenga. Nico Galiñanes, por su parte, afirma: «O de 'nos maltratan' é a excusa perfecta para xente que ten outras prioridades».

Precios

«Ir al fútbol es carísimo para mucha gente»

La cuestión de los precios no es un tema exclusivo del Celta, pero también influye en su caso. Son muchos quienes consideran que tanto un abono como la entrada para un partido concreto son lujos que no están a su alcance. «Es carísimo para mucha gente; si fuera más barato, estaría lleno», dice Herminia Hernández. Mou Somoza lo lleva a su caso personal: «No tengo un duro y esta carísimo ir al fútbol»; lo mismo que Uxío Fernández: «No me puedo permitir pagar un abono y ni mucho menos pagar entradas sueltas. Y no por eso soy menos celtista». Álvaro Diéguez es de la opinión de que «o modelo de fútbol hoxe en día é irreal e poñen os prezos polas nubes», punto de vista similar al de Miguel Carballa, que expone que el fútbol de Primera es actualmente «un espectáculo que no vale lo que piden por él». Otros ejemplos entre muchos más comentarios en la misma línea.

Financiación

«Me echaron del estadio»

En relación con lo anterior, había abonados que llevaban años financiando el abono y era la manera que tenían de poder permitírselo. Este año se eliminó en una decisión muy criticada que Mouriño justificó en la rapidez con la que tuvieron que poner en marcha la campaña y la dificultad de gestionar esos trámites. «Me echaron del estadio», dice Kiko Yanes, afectado por la supresión de esa opción. Se cree, a mayores, que el hecho de sacar una campaña con el aforo aún reducido y sin saber a cuántos partidos se iba a acceder puede haber echado atrás a muchos a la hora de renovar o darse de alta. La imposibilidad en principio de realizar los trámites de manera presencial ha sido una limitación para abonados de más edad.

Fidelidad

«Somos los que somos»

Algunos perciben que hay aficionados que van y vienen, especialmente en función de los momentos de resultados que viva el equipo. «Fieles somos 7.000. El resto, según vayan las cosas», valora Mercedes Sánchez. No es una impresión aislada. Xosé Ramón Alonso piensa que van «sempre os mesmos, en Segunda e en Champions. Só se enche nas semifinais». Guillermo González expresa que «os celtistas de corazón, os das boas e as malas» no son tantos como les gustaría.

Motivación

«No se ilusiona luchando cada año por no descender»

Las últimas temporadas, pese al empuje del año pasado de Coudet, pueden haber hecho mella en el ánimo de la afición. «El equipo no despierta ilusión todos los años luchando por no descender, con fichajes que no quiere nadie…», plantea Pablo Ventura. Otros mencionan que a veces ir a Balaídos es «pagar por aburrirte», en la misma línea que Jacobo Fernández, que se queja de que «el Celta está jugando de pena» y añade que «si eliminas de la ecuación la pasión por el Celta, a Balaidos no iría nadie». Algunos lamentan que los célticos «no enganchan» y aparecen referencias a un plantel «cheo de carencias, veterano e descompensado».

Obras y reubicaciones

«Agora estamos en Gol, afastados uns dos outros»

Luís Pereiro cuenta su experiencia sobre las consecuencias de las reubicaciones: «Ía xunto coa miña filla, un sobriño e tres amigos. Ao derrubar Marcador, estamos en Gol, afastados todos uns doutros». Sigue yendo, pero entiende que habrá quien ha dejado de hacerlo. Hay referencias, asimismo, a la incomodidad del estadio pese a la reforma. «Un vetusto Balaídos y unas obras municipales protagonizadas por el Concello y la Diputación que se alargan en el tiempo por la incompetencia de estas instituciones» son las principales causas a ojos de Xavier Yter.

Lejanía y horarios

«Vir supón moitos gastos»

Muchos de los abonados de fuera, algunos de los cuales afirman que son mayoría sobre los vigueses, se enfrentan a un doble problema: los gastos del desplazamiento y, en ocasiones, la imposibilidad de acudir por los horarios al estar lejos de Vigo, especialmente dado el «excesivo número de partidos entre semana». En ese sentido, desde la peña A Mao Negra inciden en una vieja demanda: «Ceder o abono. Non se entende que queden os asentos baleiros porque o titular non poda ir»

Otros

De la política a los 50 euros

Las respuestas mencionan aspectos como que Vigo es una ciudad industrial que lo está pasando mal con «astilleros a medio gas y automoción en ERE» -lo cual estaría relacionado con que haya menos socios y menos aficionados dispuestos a pagar entradas-, que los Miudiños -abonados menores de cinco años- no estén teniendo opción de invitaciones por el momento como en temporadas anteriores al no tener asiento garantizado, la falta de aparcamiento, el transporte público mejorable, la comodidad de verlo en casa a la que muchos se habituaron a raíz de la pandemia, el hastío por los desacuerdos Celta-Concello que ha provocado que algunos aficionados se distancien, la coincidencia el pasado domingo con fútbol de categoría regional, el malestar por los 50 euros del curso pasado y, en relación con esto, la sensación extendida de que al club «solo le importa el negocio», en palabras de Samuel Moreno, entre otros.

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