El sueño hecho realidad de la peña celtista de Alemania

M. V. F. VIGO

GRADA DE RÍO

Ricardo Millán, Javier Pasarín y Héctor Gómez presumen desde hace quince días de agrupación celtista oficial, nacida de un grupo que surgió en Twitter

06 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Ojalá un día se pueda logra hacer una peña en Alemania», contaba Ricardo Millán a La Voz en agosto del 2017. Por aquel entonces, y durante mucho tiempo más, él llevaba la cuenta de Twitter Celta de Vigo Deutschland, lugar de encuentro para celtistas en el país germano que por aquellas fechas se disponían a arropar al Celta en un amistoso frente al Bayer Leverkusen. Cuatro años después, esa cuenta de Twitter ha cambiado de nombre. Ahora figura como Peña Celtista Die Himmelblauen. Aquel sueño que a Ricardo le parecía complicado cumplir es hoy una realidad.

Cuenta Millán que el proceso ha sido «engorroso». Suele serlo para cualquier peña, y ellos han tenido que sumar aún más burocracia al ponerla en marcha en el extranjero. «Ya es oficial.Hemos hecho toda la burocracia en Alemania: presentar los papeles en el registro de asociaciones, hacer el acta de fundación, los estatutos en alemán... ¡Pero ya estamos aceptados!», celebra. Oficialmente miembros de la Federación de Peñas do Celta, ya se sienten «parte de la familia celeste de forma oficial, aunque ha costado bastante tiempo».

Todo comenzó cuando decidió crear la que ahora es la cuenta de la peña, antes de aficionados celtistas en Alemania. La idea de la peña siempre estuvo ahí, pero como un anhelo que veían complicado llevar a la práctica pero que en los últimos meses -«no sabíamos si podríamos»-, junto con Javier Pasarín y Héctor Gómez, decidió abordar. «Hemos estado trabajando durante el covid para poder convertirnos en peña», cuenta con satisfacción.

Héctor Gómez , tesorero natural de Sanxenxo y residente en Heidelberg; Ricardo Millán, presidente, vigués, y residente en Fulda, y Javier Pasarín, vicepresidente, nacido en Navia de Suarna y residente en Leipzig
Héctor Gómez , tesorero natural de Sanxenxo y residente en Heidelberg; Ricardo Millán, presidente, vigués, y residente en Fulda, y Javier Pasarín, vicepresidente, nacido en Navia de Suarna y residente en Leipzig RC CELTA

Uno de los motivos por los que en un momento dado lo veían casi irrealizable es la dispersión de los celtistas por el territorio alemán. Pero en su caso, a diferencia con otras peñas, no prevén tener una sede en una ciudad concreta. «Lo que queremos es que la gente que reside en Alemania no viva el celtismo sola, que sepan que somos más. Queremos hacer quedadas anuales y también juntarnos siempre que el Celta juegue aquí», ya sea en amistosos de pretemporada o, en un futuro, ojalá, en competición europea, dice.

Tienen intención de acercarse a los centros gallegos para captar nuevos adeptos, además de sacar partido a las redes sociales para darse a conocer. Cuentan, asimismo, con su propia página web. Pero lo que les avala por encima de todo, son las ganas de un colectivo que comienza con 20 peñistas. «Entre ellos están mi bebita, que tiene un mes, y mi mujer, que es alemana y que ha ido a partidos conmigo», cuenta. Recuerda con especial cariño varios partidos de Europa League en la temporada 2016/2017 que no se perdieron.

El perfil de esa veintena de personas es variado, pero en general están entre los 20 y los 40 años. «Suelen ser gallegos que vinieron a estudiar o trabajar y llevan años aquí. También algún Erasmus. En mi caso persona, vine a estudiar, encontré trabajo y llevo diez años», dice Ricardo, que trabaja como ingeniero en la televisión pública alemana y que ha formado su familia allí, pero que sufre de morriña y no ha perdido ni un ápice de celtismo pese a sentirse muy feliz en su actual lugar de residencia.

Su principal afán es «acompañar a los celtistas de aquí y al Celta cuando viene», como hubieran hecho este mismo verano de no ser por la suspensión del amistoso ante el Bayer Leverkusen. «Para mí, el Celta es una forma de estar en contacto con mi tierra, ponerme dos horas a ver un partido y ver algo de Vigo de refilón, estar a gusto ese tiempo, sintiéndome como si estuviera en Vigo».

El nombre no fue un asunto fácil, pero dieron en el clavo: «Significa celeste, cielo azul. Nos costó, pensamos en mantener el nombre de la cuenta de Twitter, pero al final hicimos una tormenta de ideas y se eligió este», detalla. El mapa de Alemania en celeste como logo era innegociable. Llegan para quedarse.