Una victoria sanadora

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

CARLA CORTÉS

El Celta, sin firmar un gran partido, logra por fin sumar de tres ante el Levante

22 sep 2021 . Actualizado a las 21:31 h.

El Celta consiguió ayer ante el Levante lo que ya era una urgencia: sumar de tres por fin y cortar una dinámica negativa hasta un punto que nadie esperaba en este inicio de temporada. Lo hizo con su portería a cero gracias a otro penalti parado por Matías Dituro, con Iago Aspas logrando su segundo gol del curso y con Brais Méndez consiguiendo el primero en su cuenta personal en su vuelta a la titularidad. Lo hizo, además, repartiendo minutos, con Renato Tapia y Denis Suárez jugando solo un tiempo -primero y segundo, respectivamente-.

Once

Tres novedades

El Chaco introdujo tres novedades en el once, aunque dos de ellas suponían recuperar a jugadores que habían sido titulares siempre hasta el partido anterior: Néstor Araujo y Brais Méndez. A ellos se sumó Fran Beltrán con su primera titularidad del curso y los jugadores que fueron al banquillo tras ser de la partida en el duelo anterior fueron José Fontán, Augusto Solari y, como gran cambio respecto a lo habitual, Denis Suárez. Franco Cervi se mantuvo en la posición que de un tiempo a esta parte parece tenerle ganada a Nolito.

Planteamiento

La novedad de Tapia y Fran Beltrán juntos

Con un once en el que convivieron por primera vez esta temporada Fran Beltrán y Renato Tapia, Coudet apostó por un doble pivote formado por ambos en fase defensiva. En cuanto a la ofensiva, tras ver tarjeta amarilla a las primeras de cambio, el centrocampista peruano era el encargado de descolgarse, pasando a mediapunta, el sitio que habitualmente ocupa Denis Suárez. Con el paso de los minutos, Tapia y el de Seseña fueron alternando más sus roles mientras el internacional con Perú estuvo en el campo.

Sin ocasiones

Miedo a cometer errores traducido en poca profundidad

El Celta se adueñó con claridad de la posesión y dio la impresión de controlar el partido, pero sin apenas inquietar la portería de un Levante que tampoco fue capaz de hacer daño a los célticos. En un duelo entre dos equipos que no habían ganado, el miedo a cometer errores pasó factura y condicionó a ambos. El Celta estuvo inofensivo en ataque ante un rival con cinco centrocampistas al que se vio cómodo esperando. Los vigueses, muy horizontales, protagonizaban transiciones de ataque demasiado lentas que permitían a los zagueros locales colocarse. Cada equipo tuvo una única llegada destacable en el primer acto.

Cambio radical

El segundo tiempo, nada que ver con el primero

Coudet apostó por cambios ofensivos con las entradas tras el descanso de Denis y Nolito por Tapia y Cervi y, poco a poco, el partido fue cambiando, con los dos equipos sacudiéndose el miedo y recordando que necesitaban los puntos. Se vio un partido más abierto en el que Aspas abrió la lata, pero poco después, Figueroa Vázquez vio un penalti del moañés -y se negó a rectificar cuando fue avisado por Gil Manzano en el VAR- que amenazaba con el empate. Sin embargo, apareció Matías Dituro para parar su tercer penaltide cuatro pitados contra el Celta.

Desenlace

Sentencia y sin sensación de agobio

Más allá del penalti, el Levante apenas tuvo ocasiones, aunque intentó a la desesperada buscar el gol cuando el partido se le puso cuesta arriba. Sin embargo, una gran acción de Brais -asistido por un Santi Mina de nuevo incansable que también dio el pase del tanto de Aspas- supuso la sentencia y los tres puntos.