El Celta, con la duda de Araujo en el once, busca el primer triunfo ante el Cádiz y un partido completo para armarse de confianza después de un mal arranque
17 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Es septiembre, la quinta jornada, y el Celta-Cádiz no es una final, pero sí un partido que puede marcar tendencia. Los dos contendientes llegan a la cita del viernes sin conocer el triunfo, con los vigueses en la zona de descenso y con los fantasmas de los malos inicios de los últimos tiempos muy presentes amenazando con fastidiar un año con la etiqueta de ilusionante. Joseph Aidoo es la baja inesperada de última hora por dar positivo por segunda vez en covid-19.
Además del resultado, el Celta necesita un partido redondo, que le devuelva a la casilla de salida de la temporada pasada. Un buen ejemplo podría ser la goleada al Cádiz en diciembre del 2020, con los amarillos luciendo el cartel de matagigantes con su defensa inexpugnable. Aquel día, el fútbol vertical de los vigueses, ayudado por un gol muy tempranero, les desarboló por completo.
Para recuperar el pulso, no puede descartarse que Eduardo Coudet, hombre de ideas fijas, agite el árbol de los cambios. Si en el Bernabéu apostó por Jeison Murillo y Franco Cervi como novedades, ahora podría ser el turno de Augusto Solari, que es un fijo en los partidos, pero que todavía no ha gozado de la titularidad. De confirmarse la opción, Brais Méndez ocuparía plaza en el banquillo, algo del todo inusual desde que llegó el Chacho y recuperó la mejor versión del mosense.
No obstante, lo primero que tiene que corregir el Chacho para poner al Celta en el sendero del triunfo es el aspecto defensivo. Ocho goles en contra en cuatro partidos son una barbaridad. Además, los vigueses están dando muchas facilidades a los rivales, en gran medida porque la presión alta e intensa, su principal arma, parece pendiente de un último ajuste. Por primera vez, el Chacho puede repetir pareja de centrales después de realizar ya cuatro combinaciones. Todo dependerá del estado físico de Néstor Araujo, que volvió tocado de Madrid, mientras que Aidoo está descartado por positivo en coronavirus. De no recuperarse el mexicano, José Fontán sería la primera alternativa y formaría una nueva pareja con Murillo.
Arriba, el domingo recuperaron la pólvora perdida con dos (nada productivos) goles y ahora le deben dar continuidad a esa efectividad. En dos partidos en casa marcaron hasta la fecha un gol y de penalti.
El Cádiz no tiene tantas urgencias, pero llega a Vigo después de una semana dura tras la derrota en casa ante la Real Sociedad. Álvaro Cervera no puede contar con Juan Cala en la zona defensiva, lo que no será impedimento para que juegue con diez hombres por detrás del balón para intentar explotar las contras tras robo. A domicilio los gaditanos jugaron un partido y empataron en Heliópolis.
Un aviso para un Celta que asume que tendrá que armarse de paciencia para ir madurando el partido hasta abrazar un triunfo que el Chacho admite como necesario.
