El filial tuvo opciones para llevarse el triunfo ante el Badajoz, rival llamado a estar arriba
04 sep 2021 . Actualizado a las 20:06 h.El Celta B logró su primer punto de la temporada ante uno de los equipos llamados a estar arriba, el Badajoz. Un empate sin goles fue el resultado final en el estreno como locales de los de Onésimo Sánchez en un partido con alternativas para los dos equipos, pero en el que ninguno de los dos fue capaz de batir al portero rival. El primer gol céltico sigue siendo asignatura pendiente para el duelo de la próxima jornada ante el Real Unión de Irún.
Onésimo introdujo tres cambios respecto a la alineación del partido anterior. Fueron titulares los canteranos Iker Losada y Lautaro de León, junto a Álex Carbonell, y en detrimento de Javi Castro y Javi Gómez (el otro cambio fue Miguel Rodríguez Vidal, concentrado con la selección española sub-19). También cambió el sistema, desterrando la defensa de cinco para apostar por Pampín y Carrique en los laterales y Carlos Domínguez y Álex Martín como centrales.
El Celta B cumplió con el primer objetivo que se le presentaba tras la pobre imagen de su debut liguero en Riazor: ofrecer una mejor versión que, al menos, le acercara a puntuar —como finalmente hizo— tras haber encajado un 5-0 ante los coruñeses. Y el filial fue capaz de pasar página y salió muy concentrado al partido, dispuesto a no ponerle las cosas fáciles al que está llamado a ser uno de los gallos del grupo.
La primera parada la realizó Gaizka Campos, quien también necesitaba coger confianza tras el mazazo de su estreno, pero a partir de ahí se vio a un mejor Celta B. Los vigueses llevaron la iniciativa, aunque les costaba crear ocasiones de peligro. La primera corrió a cargo de Iker Losada, que puso un balón tras jugada de Álex Carbonell al que no llegó Jordan Holsgrove.
El dominio fue local durante la primera media hora, con varios acercamientos a balón parado, como un falta que sacó el escocés y despejó Pardo. Sin embargo, la más clara la iba a tener el Badajoz por mediación de Clemente, que se encontró con una intervención de Gaizka Campos y que, poco después, fruto del córner, vio cómo Álex Martín sacaba otro balón sobre la línea de gol cuando iba a colarse. El envío era del excéltico Diego Barriuso, Barri.
Replicaba el Celta B con otra doble ocasión, primero Iker Losada que se encontraba con Limones y, justo después, era Lautaro el que se veía privado del gol por el guardameta del equipo extremeño. Con el 0-0 que tampoco iba a variar en la segunda parte se llegaba al descanso.
El equipo visitante salió mejor en la segunda mitad y solo otra parada providencial de Campos evitó que Isi Gómez pusiera por delante a los pacenses. Movió banquillo Onésimo quitando a Beitia y Losada para dar entrada a Cedric y Javi Gómez. También el Badajoz daba a entrada a hombres de refresco y uno de ellos, Sergio Benito, puso a prueba de inmediato a Gaizka, que volvió a responder.
En la recta final, los vigueses pusieron contra las cuerdas al Badajoz, que sufrió para mantener la igualdad. Pampín, con un disparo lejano, Lauraro con otro a las manos del portero o Jordan en un par de oportunidades (una, la falta que cerró el partido) tuvieron opciones de sorprender a Limones. Pero el gol se confirma como gran materia pendiente.