Los vigueses no tiraron una sola vez a puerta y los bilbaínos rentabilizaron un fallo grosero de Aidoo para ganar

X.R.CASTRO

El Celta no acabar de arrancar y se marcha al parón con un punto de nueve posibles. Como si cada vez que la ilusión se apodera del celtismo, la realidad se empeña en decir lo contrario. Frente al Athletic, los vigueses tuvieron mucho dominio y se hartaron de colgar balones al área de un Athletic muy cómodo, pero no dispararon en una sola ocasión a la portería de Unai Simón. El Athletic lo hizo en dos; en la primera, Iñaki Williams marcó el gol del primer triunfo de la temporada de los bilbaínos.

Más allá del resultado y de la segunda derrota en Balaídos en otros tantos partidos, el Celta, que por el momento parece no estar para exigencias, tiene dos problemas muy serios: el primero, el remate, porque en tres encuentros solo fue capaz de tirar dos veces entre los palos del rival y el único gol llegó desde los once metros. El segundo, las licencias defensivas, en algunos casos inadmisibles para un profesional del fútbol como el error de Aidoo.

Un tiro entre palos, un gol para el Athletic. Ocho llegadas el Celta y ningún disparo a portería. La estadística marcó el primer tiempo de un conjunto vigués que controló el partido y tuvo llegada, pero que no acertó en ninguno de sus remates y como penitencia se encontró con un grosero fallo de Aidoo, uno más, para verse por detrás en el marcador. El error del ghanés solo sirve para reafirmar la necesidad que tiene el equipo de sumar un central para la plantilla antes del cierre de mercado.

Porque el momento clave del partido tuvo al ghanés como protagonista negativo. Joseph Aidoo cortó un balón muy cerca del medio campo y tenía línea de pase para su portero y para los laterales, pero hizo el amago de regatear, Sancet le robó el balón e Iñaki Williams hizo el resto. Máxima efectividad frente a la falta de concreción celeste. Santi Mina, Nolito y Aspas tuvieron las ocasiones más claras, pero ninguno de sus disparos cogió la portería de un Unai Simón que recuperaba la titularidad tras las vacaciones.

Sin tener la vorágine de la temporada pasada, el Celta presionó y robó un buen puñado de balones en campo contrario y fue capaz de hacer ataques rápidos, pero le faltó puntería. Lo más importante en el mundo del fútbol. El segundo tiempo todavía fue peor. El Celta menguó y sus llegadas en absoluto se convirtieron en ocasiones reales. Muchos fuegos de artificio y ningún daño. La única esperanza eran los centros de Hugo Mallo y Javi Galán desde los costados, pero nunca hubo un rematador claro. A Aspas le faltó un cambio de marcha para sacar su magia, Santi Mina no pudo con los centrales y la segunda línea fue incapaz de sorprender.

El Athletic, liderado por Íñigo Martínez, lo devolvió todo e incluso pudo hacer el segundo. Porque le anularon un gol por falta de Berenguer y porque Dituro ganó el uno contra uno con Villalibre. Demasiado poco para un equipo que no quería mirar hacia abajo. Para entonces Coudet ya había quemado las naves llenando el campo de jugadores ofensivos y vaciando la defensa. Pero el resultado fue el mismo. Cero ocasiones.

Los célticos se van al primer receso con un solo punto, muy de las expectativas, y a la vuelta del parón de espera el Real Madrid en el estreno del Santiago Bernabéu.

Ficha técnica:

0. RC Celta: Dituro; Hugo Mallo, Aidoo (Galhardo, min. 70), Araujo, Javi Galán; Tapia (Solari, min. 69); Brais Méndez, Denis Suárez (Beltrán, min. 64), Nolito (Cervi, min. 64); Aspas y Santi Mina.

1. Athletic Club: Unai Simón; Lekue, Vivian, Iñigo Martínez, Balenziaga; Berenguer, Dani García (Vesga, min. 85), Vencedor (Zárraga, min. 67), Muniain (Nico Williams, min. 67); Sancet (Raúl García, min. 73)y Williams (Villalibre, min. 85)

Goles: 0-1 Williams min. 34 Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Amonestó a Hugo Mallo (min. 96) por parte del Celta; a Unai Simón (min. 95) en el Athletic.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Abanca Balaídos ante 5492 espectadores.