El delantero recordó en Uruguay sus inicios en Vigo, la pareja goleadora que formó con Aspas y lo extraño que le resultó ser visitante en Balaídos
09 jul 2021 . Actualizado a las 08:41 h.El excéltico Maxi Gómez mantuvo una larga charla en el programa radiofónico de su Paysandú natal Heroica Deportiva donde tuvo tiempo para hacer algunas menciones a su paso por el Celta. También habló de cómo se sintió la primera vez que visitó el estadio de Balaídos tras haber jugado allí como local. El agradecimiento al club vigués sigue patente cada vez que se refiere él.
Gómez, de vacaciones en Paysandú -«prefiero estar en casa con mi familia que en Ibiza», dijo-, recordó en primer lugar cómo vivió en su momento el cambio del fútbol uruguayo al europeo. «Fui muy pasado de peso, me hicieron ir un mes antes para hacer una pretemporada yo solo y llegar bien al inicio de liga», recordó. En aquellos inicios, «la pelota iba al 200 por hora y no la veía», por lo que tuvo claro que «tenía que cambiar muchas cosas, porque si no, no iba a jugar en España», pese a que, antes de llegar, venía de ser campeón en Uruguay y pensaba que con su físico «estaba bien».
Maxi recuerda cómo todo fue rodado en Vigo, donde hizo «muchos goles» y a los pocos meses recibió por primera vez la llamada de la selección de Uruguay. «Hice una liga terrible estando en el Celta, pude hacer muchísimos goles y me compró el Valencia, un club también muy grande. Todo pasó rápido, siempre trabajamos para llegar a lo máximo», dice asegurando que su idea es seguir en el Valencia, donde se siente cómodo pese a no haber alcanzado este curso la cifra de goles que le hubiera gustado. «Quiero prepararme para hacer los goles que hice en el Celta», comenta.
De su regreso a Balaídos, en un partido en el que perdieron, confesó que fue «raro jugar contra el Celta». «Jugamos con público y la gente estaba muy agradecida conmigo. Estuve contento esos años que pasé en el Celta y yo también estoy muy agradecido con el presidente y con el club», señala. Le resultó especialmente extraño cambiarse en el vestuario visitante: «Nunca lo había pisado en mi vida estando en el Celta», reveló. Cuando terminó el partido fue a «saludar a toda la gente», que le «brindó muchas cosas buenas», dice.
Preguntado por Iago Aspas y la pareja goleadora que formaron entre el 2017 y el 2019, contestó que es uno de los jugadores con los que «es único» jugar al lado. «Aspas es un jugador que es un espectáculo verlo jugar. Transmitía muchísimas cosas», comentó.
