El Celta encuentra en Coudet la estabilidad para el banquillo

La Voz VIGO

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El Chacho renueva hasta el 2024 y será el técnico del centenario de la entidad

19 jun 2021 . Actualizado a las 20:59 h.

El Celta llevaba desde junio del 2017 buscando un entrenador que tomase el relevo del Toto Berizzo y lo encontró cuatro años después en la figura de Eduardo Coudet. Seis meses y 31 partidos han sido suficientes para que el argentino demostrase su valía y la cúpula celeste le encomendase un proyecto a tres años vista, una eternidad en el mundo del fútbol y especialmente en el banquillo del Celta, que fue una silla eléctrica en el último cuatrienio con seis entrenadores diferentes. La senda argentina parece en estos momentos el único sinónimo de éxito en el banquillo del club. Firma hasta el 30 de junio del 2024, según anunció el presidente, Carlos Mouriño.

«Después de mucho trabajo, esfuerzo y cesiones por parte de los dos, consideramos que podemos cumplir una de las cosas que hasta ahora no habíamos hecho: la estabilidad en el club de un entrenador . Y puedo anunciar que esta firma se realizará por los tres próximos años», comentó el presidente mientras hacía público que el Chacho sería el entrenador del centenario celeste (2023). «Estoy agradecido, contento, feliz de poder estar acá y de este compromiso que nos une por un buen tiempo. No puedo prometer resultados, per sí trabajo y compromiso», respondió el Chacho, que también deseaba un proyecto a largo plazo en Vigo. El acto fue ofrecido en directo a través del canal de Facebook del club.

«Sin ser una larga vida, si es la vida más larga de un entrenador que ficha por el Celta». El juego de palabras de Mouriño confirmaba una evidencia. Si Coudet cumple los tres años de contrato, el argentino entrará en un grupo bastante exclusivo de los nueve entrenadores que a lo largo de la historia han estado tres o más temporadas seguidas en el banquillo del Celta en un ránking que encabeza Víctor Fernández.

Para Eduardo Coudet, dirigir al Celta tres temporadas completas más también sería echar raíces, ya que su tope hasta la fecha está en los 72 partidos en los que dirigió a Racing de Avellaneda, tiempo suficiente para llevarlo a un título. De entrada, ya tiene a tiro superar su estadía en el Internacional de Porto Alegre (33 partidos) y si completa la próxima temporada, superaría en uno sus duelos en Rosario Central, su segundo equipo en estadía en su corta carrera como entrenador.

Coudet ha sido una bendición para un equipo desesperado con la elección de los entrenadores y la larga sombra de Berizzo. Bajo su batuta, el Celta recuperó la esencia del juego, se volvió un plantel competitivo y pasó de vivir en vilo por la permanencia a soñar con Europa. De hecho, sus números particulares le acreditarían como técnico de competición continental después de sumar 46 puntos en 29 partidos de liga.

La palabra Europa estuvo muy presente en el acto. Sin fijarse como techo, pero mirando a los ojos a ese objetivo por parte de Carlos Mouriño. «Queremos conseguir grandes metas en el Celta. Lo podemos decir con contundencia, queremos ir a por todas», comentó el presidente, que habla de pelear los grandes objetivos, no de conseguirlos. Coudet, dentro de su filosofía, se centra solo en ganar «el primer juego».

El primer paso luchar por las grandes metas es formar un proyecto en donde por encima de los nombres propios estará el compromiso de cada uno de los cuatro o cinco fichajes que el club prevé realizar. Aunque Coudet quiere más.