El reto de los 10.000 aficionados

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

ÓSCAR VÁZQUEZ

LaLiga trabaja con una previsión del aforo del 50 % para la próxima campaña y las obras de Balaídos pueden condicionar el número de espectadores en las gradas

14 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Liga de Fútbol Profesional trasladó a sus clubes asociados que trabajen con una estimación del 50 % (porcentaje que podría bajar al 30 en función de la situación epidemiológica) de público en los estadios de cara la próxima temporada. Eso significa que Balaídos podría albergar unos 10.000 espectadores cuando el balón comience a rodar el 14 de agosto, pero todo dependerá, al margen de las decisiones del CSD y la Xunta, de la evolución de las obras y de la disponibilidad de asientos. Ante el Betis, en el único experimento desde que estalló la pandemia en marzo del 2020, se dieron cita 2.686 aficionados.

Varias son las incógnitas que se presentan a dos meses vista del inicio del curso 21/22. En el caso del Celta, lo primero es conocer la disponibilidad de las diferentes gradas del estadio debido a las reformas que están en marcha y desde el club confían en poder contar con el graderío de Río Bajo, quedando solo inutilizables la zonas de Marcador y Fondo, que ya no tienen asientos. De esa manera, el club podría disponer de tres cuartas partes del estadio: Tribuna, Río y Gol.

A nivel global, hay varias asuntos pendientes. Si para mediados de agosto la previsión del gobierno es alcanzar el 70 % de la población vacunada, una de las disquisiciones que se presentan es si todos los inmunizados van a poder entrar, si la distancia de seguridad puede variar con este grupo y, por otra parte, la necesidad o no de delimitar una zona para aquellos que todavía no hayan sido pinchados. Respuestas que tendrán que ir llegando a medida que se acerque la competición.

Sin sitio para todos

En cualquier escenario posible, el Celta no podrá dar acomodo a todos sus abonados si mantiene los 16.801 socios que tenía la temporada recién finalizada según indicó en su día el presidente Carlos Mouriño.

Esta situación necesitaría de algún sistema que permitiese a todos los abonados poder asistir a idéntico número de partidos. En otros deportes se eligió en su día un sistema de numeración con rotación y también una lista de espera para cubrir las vacantes de aquellos que decidiesen no ir al estadio. En el Athletic, su presidente ya deslizó que habrá un sorteo para poder acceder a los partidos de San Mamés.

Por el momento, el Celta todavía no a desvelado la campaña de abonados para la próxima temporada, un concepto que tiene su importancia de cara al límite salarial, ya que es uno de los ingresos que se tienen en cuenta para calcular el tope. La temporada pasada, el conjunto vigués lanzó la famosa campaña de los 50 euros, que suscitó mucha polémica, y finalmente pudo abrir sus puertas para casi 3.000 personas en las gradas en el último partido de la temporada.

No es la primera vez que desde la patronal de los clubes se apunta a la posibilidad de reabrir los estadios para los aficionados, de hecho se habló del asunto por primera vez el otoño pasado, pero el CSD interpretó en todo momento que no se daban las condiciones para la vuelta del público a las ligas profesionales (fútbol y baloncesto), algo que ahora parece haber cambiado por completo por la velocidad de vacunación alcanzada y porque cada vez la presión hospitalaria está más en descenso. Nadie se plantea ya un partido a puerta cerrada en agosto.

Los vigueses ganaron el 40 % de los 25 partidos disputados sin público como local

Veinticinco han sido los partidos disputados por el Celta desde que el fútbol regresó tras el parón de la pandemia. Veinticuatro de ellos se celebraron a puerta cerrada y uno con tres millares de aficionados en las gradas. Tomando como cómputo global los 25 partidos, los vigueses sacaron adelante una decena, el 40 % de los mismos, cediendo seis empates (24 %) y nueve derrotas (36 %).

Cuando el fútbol regresó en junio del pasado año, el Celta solo fue capaz de ganar en uno de sus seis partidos como local (6-0 al Alavés), empatando tres y perdiendo dos (Villarreal y Levante). Al curso siguiente, en los cuatro partidos de Óscar García como local los celestes ganaron otro encuentro (al Valencia) y encadenaron tres derrotas consecutivas (Barcelona, Atlético y Real Sociedad).

Con Eduardo Coudet cambiaron los números y de los 15 partidos del Celta como local con el Chacho, los vigueses ganaron ocho, empataron tres y cayeron derrotas en cuatro ocasiones. Una de las derrotas llegó en la despedida con este reducido número de aficionados en las gradas.

Los números apuntan que el déficit es más en el plano económico que en el deportivo, aunque el factor campo perdió un 5 % su influencia la pasada temporada según un estudio.

En lo económico, las pérdidas cifradas en Vigo por falta de afición visitante a lo largo de la pasada temporada se cifró en 1,8 millones.