La realidad de un Celta de cantera

Julio Álvarez- Buylla VIGO

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

03 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta sigue un año más en Primera y van diez. Un número redondo que llega, además, en el punto en el que el equipo vuelve a recordar a aquel Celta de la mitad de este decenio cuyo modelo de juego tanto hacía disfrutar al aficionado al fútbol. Sin embargo, el mayor valor de esta recuperación, tal vez radique en haberlo conseguido con los chavales de la cantera que año a año se han hecho hueco en el equipo hasta ser mayoría esta temporada. Un refrendo a una trayectoria meritoria que debería servir de espejo a los que todavía sueñan con llegar y a quienes tienen que dirigir y tutelar los pasos de esos sueños.

La victoria ante el Levante entiendo que deja varias situaciones que podrían ser merecedoras de análisis. Coudet no solo ha transmitido todas las virtudes futbolísticas ya comentadas en numerosas ocasiones, sino que, además, ha «enseñado» al equipo a competir, a ser regular y a ganar sufriendo. Este Celta ha encontrado la regularidad en el juego, en el rendimiento y en la forma de disputar los partidos. Una regularidad que le ha valido para competir ante cualquier rival haciéndonos olvidar aquella montaña rusa que hacía imprevisible que Celta íbamos a presenciar. Y eso lo ha conseguido afianzando la presión, involucrando en el proceso defensivo a los once jugadores y mejorando las prestaciones defensivas ante los centros al área o el balón parado.

Contra el Levante el partido estuvo abierto, tuvo sus momentos de alternativas sobre todo tras el primer gol celeste y finalmente se supo sufrir finalizando con un jugador menos sobre el campo. Regularidad celeste, un valor al alza.

Lo del primer gol del Celta demuestra que los celestes empiezan ya a jugar de memoria. Qué gran noticia. Ejemplos hay muchos durante los partidos, pero lo del viernes quizás sea la máxima expresión de este hecho. Para poner el balón de Iago donde se puso hay que tener mucha calidad, pero también hay que leer que alguien lo va a recibir ahí y lo mismo se podría decir de quien lo recibe y de quien ejecuta con la misma precisión el desmarque de ruptura y el remate.

Normalmente, las cosas no suceden por casualidad, y menos en el deporte de competición. El anómalo número de lesiones musculares tiene una explicación. La acumulación de esfuerzos y la fatiga aparecen como claros candidatos a la situación y requieren una gestión.

Llegó entre división de opiniones Nolito. Hoy, se podría poner en valor su adaptación a un modelo defensivo que le obliga a recorrer muchos metros y que conlleva mucho desgaste. Se podría destacar su verticalidad, su calidad, su ilusión y su compromiso, pero a mí lo que más me sorprende es su pase de primeras. Ese pase vertical al primer toque que siempre sorprende y que siempre genera algo. El viernes fue sobre Aarón Martín en el prólogo del segundo gol, marcado por Solari. Pero también lo fue sobre la ruptura de Santi Mina que terminó en penalti ante el Sevilla o el pase sobre la ruptura de delantero vigués en el primer gol ante el Elche.