El Celta garantizó una década continuada en la élite, su tercera mejor racha de toda la historia, con un proyecto de cantera con siete jugadores en el once
02 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Carlos Mouriño comentó en infinidad de ocasiones que prefería un Celta en Primera diez años que un año en la Europa League. El presidente no tiene que elegir. Los vigueses certificaron en la noche del viernes su permanencia por décima campaña consecutiva en la élite y durante este período ya fueron capaces de jugar competición europea en una ocasión, aunque desde entonces han pasado cuatro años.
Desde que el Celta regresó a Primera en el 2012, solo otros siete equipos se han mantenido de un modo inalterable en la categoría: Barcelona, Real Madrid, Atlético, Sevilla, Athletic, Real Sociedad y Valencia, el único que aún no tiene garantizado un décimo año en Primera. Equipos, todos ellos, con un potencial económico muy superior al del conjunto celeste. Como un simple ejemplo, el presupuesto para esta temporada: los célticos tienen 71,3 millones de euros y el equipo que más se le aproxima, de los que tienen plaza en Primera a lo largo de esta década, es la Real Sociedad con 109,9 millones: 38,5 más. La misma historia se repite con el tope salarial: 65,1 de los vigueses por los 93,1 del Valencia (26 millones de diferencia).
Tal es la dificultad para un equipo modesto de mantenerse a lo largo de diez años entre los grandes, que en el concierto de las cinco grandes ligas europeas, el pasado verano solo 47 equipos militaban en su máxima categoría desde el 2012, una marca que ahora se verá mermada al menos en un equipo, ya que el histórico Schalke de la Bundesliga está matemáticamente descendido. Ausburgo, Mainz y Hoffenheim tampoco tienen garantizada la permanencia, lo que se repite con el Torino y el Genoa en Italia, con el Girondins en Francia y con el Southampton en la Premier.
Además, el Celta no firma esta década prodigiosa, la tercera mejor de su historia en Primera, de cualquier manera, sino con una idea de fútbol reconocible, una economía saneada y sobre todo con un equipo en donde los canteranos son mayoría en el once inicial. La cuota ya ha llegado a siete en las últimas formaciones titulares, una apuesta que solo puede igualar la Real Sociedad a excepción del singular caso del Athletic de Bilbao. El triunfo de un modelo con denominación de origen.
A largo de estas nueve temporadas, el Celta hizo cumbre y estuvo a punto de bajar a los infiernos para estabilizarse por fin en este ejercicio. Las cuatro primeras temporadas desde el regreso fueron de continua progresión hasta clasificarse para Europa, el quinto año fue el de la ilusión por alcanzar las semifinales de la Europa League y tras la eliminación de Old Trafford, comenzó la cuesta abajo. Un año de transición con Unzué, dos con el agua al cuello con cinco entrenadores para salvarse en la última jornada por partida doble y ahora, por fin, vuelve a invertirse la curva en clave ascendente para firmar una salvación holgada.
El próximo reto debe ser dar caza a las doce temporadas de la segunda mejor racha en la élite que firmó el conjunto celeste entre 1992 y el año 2004, intervalo en el que llegó la clasificación para la Champions. Todo dependerá de si los vigueses son capaces de continuar la línea ascendente y de mantener su estabilidad como institución.
