El Celta, ahora mismo, no tiene un objetivo claro. No va a ir a la UEFA, no va a descender, y por mucho que los jugadores digan que quieren la octava plaza, la mentalidad no es la misma. Emocionalmente, el futbolista no funciona igual cuando hay algo importante en juego o no.
En este escenario, y teniendo en cuenta la situación en la que se va a encontrar el mercado con pocos fichajes, está claro que la base va a ser esta con, espero, algunos jugadores del Celta B, porque yo considero que al menos hay cuatro para dar el salto. Además, también debe haber alguna mejora en defensa. Por eso Coudet debe examinar a aquellos jugadores con los que tenga dudas para saber si va a contar con ellos el próximo curso e ir sentando la base del modelo de juego que quiere para la temporada 21/22. Y el partido de esta noche es una oportunidad para ir asentando esa idea.
El Levante tiene buen equipo con jugadores interesantes como pueden ser De Frutos o el mismísimo comandante Morales. Es cierto que ha tenido bajas importantes en el centro del campo, pero lo sigo viendo como un equipo de mitad de tabla, igual que el Celta.
A los granotas les está pasando lo que le pudo pasar al Celta, pero en Vigo tenían la mosca detrás de la oreja de las temporadas anteriores y no se ha permitido esa relajación, porque el estrés que supone haber vivido al filo del alambre los años anteriores te obliga a estar más activo.
Frente a esto, el Levante, lejos de sufrir en los últimos años, ha estado coqueteando incluso con Europa y se ha dejado ir, de ahí los resultados negativos, incluso con alguna goleada. En este caso, le pasa igual que el Celta, y lo normal es que Paco López comience a pensar en la evolución del modelo de juego de su equipo. Para eso sirven estos partidos. Los dos tienen la oportunidad de sentar las bases de lo que quieren que sea su equipo el año que viene.
