El delantero, que se lesionó ayer, había sido elegido como el céltico más destacado de febrero y ha vuelto a serlo de marzo
13 abr 2021 . Actualizado a las 16:37 h.Santi Mina ha vuelto a ser elegido como mejor jugador del Celta en marzo, al igual que había ocurrido en febrero. Con este motivo, y antes de ser noticia por la lesión que sufrió en el partido frente al Sevilla de anoche, el canterano respondió a algunas preguntas de los aficionados.
El vigués sostiene que no ha cambiado nada en él para que su rendimiento haya mejorado y hayan llegado los goles de un tiempo a esta parte. «Sigo siendo la misma persona y el mismo jugador que trabaja día a día de la misma manera. Es cierto que la llegada del Chacho me ha dado muchísima confianza», comenta. Al principio considera que también estaba «a buen nivel, pero no entraba la pelota». Eso ha cambiado «gracias a seguir con esa ambición, con ganas de hacer goles y con la ayuda de los compañeros».
Mina sostiene que se encontraba -antes de esta lesión- en el mejor momento desde su llegada a Vigo. «Sé que puedo dar más, sobre todo seguir siendo regular, que era una de las cosas que me estaban faltando», decía justo antes de este nuevo contratiempo que se espera que le prive de jugar, al menos, el próximo partido. Su propósito es «hacerlo lo mejor posible y competir al máximo nivel».
Confiesa que como «chico nacido en Vigo que lleva toda su vida en el Celta menos los cuatro años de Valencia», ganar un título con el equipo vigués sería «un orgullo como para todo niño que haya crecido en este club». Menciona que el nivel de exigencia en la élite es «muy grande», pero también señala que «nunca se sabe lo que puede pasar, porque con ganas y ambición todo puede pasar».
Su primer gran recuerdo relacionado con el Celta es la primera vez que fue a ver un partido en Balaídos con sus padres. «Lo había visto por la tele y fue un momento que recordaré siempre. Aquellos futbolistas los veía como gente especial y diferente. Me impresionó mucho y me llamo mucho la atención», rememora.
Prácticamente desde ese momento soñó con ser alguno de esos futbolistas. «Hay un montón de niños con condiciones increíbles que no han llegado a nada. Creo que tienes que tener suerte. Yo, desde pequeño, sabía que quería ser futbolista, pero no sabía si iba a serlo. Con trabajo, disciplina y gracias a la gente que ha estado a mi lado y los entrenadores aunque han confiado en mí, he tenido esa suerte».
