Nolito: «La felicidad que he vivido y vivo en el Celta y el cariño de la gente no se pagan con dinero»

La Voz VIGO

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El gaditano reitera que el Celta es el equipo de su corazón y el más importante de su carrera deportiva

31 mar 2021 . Actualizado a las 21:03 h.

El céltico Nolito fue el segundo jugador del equipo, tras Renato Tapia, en pasar por la sección Mi vida en fotos. El gaditano hace un recorrido por su trayectoria, con mención especial para el Celta, reiterando que es el equipo «más importante» en su vida deportiva. Tampoco se olvida del resto de clubes por los que ha pasado, de las personas que han marcado su carrera ni de lo más importante para él: su familia.

El extremo se reitera en sus declaraciones de hace unos días y va más allá. «En el Celta empezó un nuevo ciclo, el más importante de mi carrera. No sé cuánto me queda, si mucho o poco, pero es el equipo de mi corazón por lo vivido y pasado aquÍ», subraya. Admite que no sabe muy bien por qué. «Se dieron muchas cosas buenas, se juntaron. Nunca me imaginé todo lo bueno que me iba a pasar en el Celta. Quería intentar hacer una buena temporada, pero no me imaginaba que fuera tan bien».

Recuerda que consiguió la clasificación para la Europa League con el equipo vigués y ser convocado por la selección española, algo que nunca imaginó lograr. «Como disfrutamos y el cariño que me tienen por donde voy no se paga con dinero», agradece. Su regreso el año pasado le supuso «felicidad inmensa», porque aunque era su «deseo» no las tenía todas consigo. «Estaba esperando que se cumpliera, pero por otro lado pensaba que no se cumpliría. Me llamaron y vine corriendo, con los ojos cerrados», dice antes de recordar el «sufrimiento» con el que se salvaron.

Ahora, cada vez que ganan y tiene «la suerte de hacer gol o dar una asistencia» vuelve a sentir «una felicidad inmensa». «Deseo que me respeten las lesiones y ayudar al Celta a ganar muchos partidos. Soy feliz jugando y lo único que deseo es dar las mayores satisfacciones al Celta, a la afición, a la familia y a mí mismo, que soy feliz cada vez que juego», reitera.

Entre las fotos que comenta está una con Aspas y el doctor Cota antes de un partido de la selección. «Son dos personas que aprecio y que quiero y me quedo con eso», dice anteponiéndolo a lo grandes profesionales que considera a los dos y a todo lo que le han dado al Celta. «Igual habrá gente que se olvide, pero yo no me olvidaré. Son personas que hay que respetar, valorar y querer muchísimo por lo que hacen por el Celta en todos los sentidos».

También tiene palabras de cariño para su íntimo amigo Andreu Fontás, al que espera ver pronto, para Guardiola y para su padre deportivo, Luis Enrique, el que le hizo ser consciente de lo que podía lograr en el fútbol si se lo tomaba en serio en aspectos como la alimentación, recalca. También tiene palabras, siempre positivas y quedándose con lo bueno, para el resto de equipos por los que pasó.

Además, se declara un enamorado de su pueblo, Sanlúcar de Barrameda, donde espera «pasar la mayor parte posible del tiempo» cuando cuelgue las botas. Y no se olvida de su familia, desde su padre por todo lo que le inculcó enseñándole a ser «buena persona y correcto en la vida» a su mujer, que le ha «parado los pies» cuando no jugaba y se «volvía loco». Pasando por sus hijas, «tres petardas» que le hace reír siempre cuando llega a casa después de dedicarse al fútbol, por lo que se considera «un privilegiado». «Tengo muchas cosas para ser feliz, sobre todo una mujer y unas hijas maravillosas», destaca.