Numerosos metas procedentes de la base han entrenado y sido citados con el primer equipo en los últimos años, pero ninguno se ha consolidado desde Villar
25 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La portería del Celta es cosa de canteranos. Lleva siendo así desde que el sevillano Javi Varas fue el guardameta con más partidos y minutos en Liga con el equipo vigués en la temporada 2012/2013, la primera de la actual etapa en Primera. A partir de ahí, Yoel Rodríguez fue el portero titular en más partidos de la 2013/2014, Sergio Álvarez hizo lo propio entre la 2014/2015 y la 2016/2017 y, desde entonces, el predominio es de Rubén Blanco.
Esta campaña, todo apunta a que el mosense (19 partidos de inicio hasta ahora), actualmente lesionado, e Iván Villar (9) se aproximarán al equilibrio. Pero desde que el cangués debutó con el primer equipo en el 2017, ningún otro jugador procedente de la base lo ha hecho, pese a que son un buen puñado los que han entrenado y entrado en convocatorias.
Las lesiones se han cebado con la meta viguesa en los últimos años, especialmente la temporada pasada y la actual. En lo que va de curso 2020/2021, un total de siete guardametas distintos han entrado en alguna lista, aunque de ellos, jugaron o fueron al banquillo seis. Los que han tenido minutos son Rubén e Iván; los que han sido suplentes, Ruly García, Álvaro Fernández Calvo, Iago Domínguez y Patrick Sequeira. A mayores, el juvenil César Fernández ha completado las últimas listas, siendo luego descarte, como les pasó en alguna ocasión a la mayoría de los cinco que en algún partido fueron al banquillo.
La temporada pasada, otros dos porteros que ya no están en el club probaron la dinámica del primer equipo. Fue el caso de Fran Vieites, ahora futbolista del Lugo, que se sentó en el banquillo en cuatro partidos de la primera vuelta del curso 2019/2020 como suplente de Sergio con Rubén lesionado y de Rubén con Sergio lesionado; en ambos casos estaba convaleciente Iván Villar. Su primera convocatoria, de urgencia por la lesión de Rubén en el calentamiento, había sido en marzo del 2018. Fue habitual mucho tiempo en las sesiones del primer equipo.
En la recta final de esa misma temporada, cuando se retomó la liga tras el parón por la pandemia, el elegido para completar las convocatorias fue Dragan Rosic, un guardameta que estaba dando muy buen rendimiento en el B, pero que no siguió más allá de la cesión. En su caso, llegó a sentarse en el banquillo. Lo hizo como suplente de Iván cuando Rubén se lesionó, pero también antes como tercer portero cuando Óscar García Junyent sentaba a dos cancerberos al tener plazas disponibles (Coudet ya no lo hace).
En ese curso 2019/2020, hubo otro meta más que entró en tres listas y luego fue descartado, el juvenil Brais Rodríguez (2003). Actualmente, se reparte el protagonismo con César Fernández (2004) en el conjunto de División de Honor juvenil, donde Jorge Cuesta ha establecido la costumbre de no tener un portero fijo y repartir casi a partes iguales entre dos. La temporada pasada hacía lo propio con Iago Domínguez (ahora en el filial) y Brais Vázquez Crende, ya desvinculado del Celta.
Más atrás en el tiempo
Desde el regreso a Primera, ha habido otros porteros del filial que han estado en contacto con el primer equipo. El que más lejos llegó fue Néstor Díaz, que incluso debutó en Primera División el 23 de agosto del 2015, en la primera jornada de aquella liga, al lesionarse Rubén a falta de cinco minutos y estando Sergio sancionado. Entró en varias convocatorias más a raíz de la lesión del mosense, siendo suplente del meta de Catoira.
Ya en la temporada 2017/2018, el entonces portero del Celta B Dani Sotres entró en una convocatoria del primer equipo. Fue en San Mamés el 31 de marzo del 2018 como suplente de Sergio. Además, previamente, Óscar Santiago entrenó con el primer equipo, pero sin llegar a ir convocado; fue el mismo caso de Pablo Vázquez, que completó algunos entrenamientos en la temporada 2018/2019. Ángel Fraga llegó a viajar a Krasnodar como tercer portero.