La ilusión frente a las urgencias

x. r. c. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

rc celta

El Celta, con su mejor once disponible y en una posición cómoda, recibe a un Madrid eufórico pero apremiado en la liga y que no contará con Sergio Ramos

20 mar 2021 . Actualizado a las 15:01 h.

Zidane fue el primero que le paró los pies al plan de Coudet. Fue en el segundo día del presente año y, desde entonces, el Real Madrid se ha enganchado a la liga y es el único superviviente del fútbol español en la Champions, pero al mismo tiempo el Celta se ha aplicado en modo hormiga para llegar al partido de esta tarde rodeado de una tranquilidad que no se recordaba en Vigo desde el año plano de Unzué.

En esta ocasión, las urgencias serán del equipo grande, que menos de tres meses atrás optó por replegar y esperar al Celta, pero que hoy necesita dar un paso al frente, una idea que seguramente no comparte la tropa de Coudet, más habituada a tener el balón que a correr detrás de él.

Los blancos llegan a Balaídos con el aval de la historia reciente. Desde el lejano mayo del 2014, el Celta no es capaz de quedarse con el triunfo en los duelos directos y, además, la de esta tarde es la última oportunidad para mantener una tradición que se repite desde la vuelta celeste a Primera, la de puntuar (al menos) todos los años ante un grande, y este ejercicio tanto el Barcelona como el Atlético ya se llevaron los puntos. La temporada pasada, cuando todavía faltaba medio año para la pandemia que lo cambió todo (fue el prime partido de la temporada, agosto de 2019), los visitantes ganaron con un contundente 1-3.

La armada de Zidane llega en la cresta de la ola. Lo hace después de firmar una completa eliminatoria ante el Atalanta que solo hizo reforzar la teoría de los tres centrales, una apuesta que paradójicamente se ha puesto de moda entre los trasatlánticos del fútbol español y que la baja de Sergio Ramos pone en seria duda para Balaídos.

La idea de los tres zagueros no parece seducir a Coudet, que se decantará una vez más por el pivote único y dos líneas de lo más ofensivas con independencia del rival que esté enfrente. Aunque tomando los recaudos necesarios (Chacho dixit) para intentar minimizar el juego de un rival que es capaz de hacer daño a través del fútbol combinativo de Kroos y Modric, elogiados por media Europa, pero también provocar estragos con el contragolpe como sucedió en el partido de la primera vuelta.

El Celta saldrá, con toda probabilidad, a controlar el partido con el balón, pero debe buscar nuevas vías para no caer en la trampa de enero. Con respecto a aquel partido, Coudet solo hará dos cambios y ambos obligados: Iván Villar en la portería en detrimento del lesionado Rubén Blanco y Aarón Martín en el lateral izquierdo por el despedido Olaza. Los demás serán los mismos, ya que Hugo Mallo vuelve después de cumplir el partido de sanción.

En el Madrid, cuatro días después, Zidane no podría decantarse por el mismo once que superó con claridad a los de Gasperini. La baja de Ramos seguramente obligue al entrenador francés a recuperar el 4-3-3 y a meter en el once a Asensio o Isco. El Real Madrid se juega media liga en su carrera de persecución al Atlético. El Celta, tres puntos de prestigio. Y más tranquilidad.