Condenados por la falta de pegada

m. v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El Celta, sólido en defensa, acusó la falta de claridad en los últimos metros

15 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La igualdad que reinaba entre Celta y Athletic antes de esta jornada se mantuvo invariable 95 minutos después. Vigueses y bilbaínos empataron sin goles en un partido en el que los locales buscaron más haberse llevado un botín mayor, pero tuvieron que conformarse con seguir sumando en Balaídos. No hubo goles y tampoco demasiadas ocasiones claras en el tercer partido consecutivo que el conjunto vigués jugaba en domingo a las 14.00 horas.

Once

Cuatro novedades con las que ya se contaba

El once del Celta presentó cuatro novedades respecto a la jornada anterior, aunque todas esperadas. No hubo ningún tipo de sorpresa e Iván Villar y Kevin Vázquez suplieron respectivamente al lesionado Rubén Blanco y al sancionado Hugo Mallo, mientras que Renato Tapia volvió tras cumplir sanción y Néstor Araujo, tras superar los problemas físicos. Aunque volvió a retirarse renqueante, Coudet aclaró que solo eran calambres. Con la entrada de los dos últimos se quedaron en el banquillo Beltrán y Solari, aunque ambos tuvieron su oportunidad en la segunda mitad.

Desarrollo

Control, pero sin pegada

El Celta tuvo el control desde el inicio y durante la práctica totalidad de un partido disputado en el que a los dos equipos les costó generar ocasiones. El Celta lo buscó más, pero sus oportunidades más claras, que fueron escasas, llegaron más al contragolpe que de la manera en que más pretendían buscarlas: a través de la posesión de balón y el juego combinativo. El Celta llegaba más, pero fallaba en la definición. La oportunidad más clara llevó la firma de Santi Mina, pero Unai Simón evitó el gol a los pocos minutos del inicio. Ni él ni Iván iban a ser protagonistas.

Intenciones

Obcecación por el centro

El Celta reincidió en buscar avanzar hacia la portería rival por el pasillo central. Lo reconoció Coudet, que incluso comentó que en el descanso hablaron de ello para tratar de corregirlo y buscar opciones por los costados, donde realmente tenían más posibilidades de encontrar espacios. Pero no hubo forma y, así, el equipo vigués tropezó una y otra vez con la misma piedra.

Último pase

Sin claridad en ataque

De marcar cuatro goles la pasada jornada, el Celta pasó a no ver portería. Fue consecuencia de la falta de claridad en ataque de los célticos, que quitando la de Mina, no tuvieron ninguna ocasión limpia. Hubo algunos intentos lejanos de Renato Tapia o de Beltrán en el descuento, pero ninguna ocasión que obligara a Unai Simón a emplearse a fondo, del mismo modo que tampoco lo tuvo que hacer Iván. Solo tiraron a puerta en tres ocasiones.

Recuperación

Bien en la presión tras pérdida

Destacó la capacidad viguesa de recuperación tras pérdida, con dos o tres jugadores encima del rival cuando cedían el balón, minimizando las contras de los de Marcelino. De esta manera, pudieron mantener la portería a cero, algo que no sucedía desde el anterior empate sin goles, el 31 de enero frente al Granada. Además, los vigueses se medían a un equipo con rotaciones tras haber jugado entre semana y teniendo en cuenta lo que se les avecina, pero Marcelino movió banquillo y terminó el partido con toda su artillería sobre el césped.