Un contacto que nadie demuestra

x. r. c. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

AFP7 vía Europa Press

El Celta habla en su crónica de «rozadura en los cordones» en modo irónico

22 feb 2021 . Actualizado a las 14:15 h.

«En la liga somos una banda de tramposos», comentó José Luis Mendilibar después de la derrota del Eibar y hablando de las simulaciones de los jugadores. La idea tiene encaje en la situación vivida por el Celta en la noche del sábado en el lance que le costó la roja a Rubén y la derrota al equipo sin que ninguna toma certificase que hubo contacto entre Maxi y el portero de Mos. Como mucho, un roce en los cordones, como apuntó el Celta en su crónica del partido.

¿Hay contacto entre Rubén y Maxi Gómez?

Ninguna de las ocho tomas mostradas por la realización televisiva puede certificar que hay contacto entre Maxi Gómez y Rubén Blanco. El charrúa se fue al suelo con mucha rapidez y el mosense negó el contacto desde el primer minuto. Al margen de la picaresca y la interpretación de la acción, Maxi se lleva la mano a la tibia y no al pie, que es el único que pudo impactar con la bota del portero. Tras el lance, sonríe mirando a Rubén.

¿Es una ocasión manifiesta de gol?

No. Con independencia de que exista o no contacto, el balón impulsado por Maxi en su intento de autopase coge una dirección hacia fuera, no hacia la portería; además, llevaba mucha fuerza y se perdería por la línea de fondo. En ese escenario, el árbitro puede pitar la falta si así lo estima pero no sería roja y por lo tanto el Celta podría seguir contando con once jugadores.

¿Era Rubén el último hombre?

Sí, en este caso las imágenes confirman que el portero de Mos era el último hombre, ya que la zaga del Celta estaba en medio campo en el momento de la pérdida de balón. Eso sí, cuando se produjo la entrada ya estaba replegando toda la línea defensiva, que se que había puesto a la altura del portero.

¿Qué dice el Celta sobre el lance en cuestión?

Como es habitual en el Celta no hay una declaración institucional como tal, pero en la crónica de la página web del club hay una frase que resulta de lo más reveladora. «La segunda parte iba por el mismo camino hasta que el árbitro decidió expulsar a Rubén Blanco por rozar, en el mejor de los casos, los cordones de Maxi Gómez fuera del área». De la frase puede deducirse que para el Celta no hay falta ni contacto; como mucho, leve.

 

¿Cómo justifica la expulsión el árbitro?

En el acta tira de manual para justificar su decisión y describe el lance indicando que «en el minuto 63 el jugador (13) Blanco Veiga, Rubén fue expulsado por el siguiente motivo: derribar a un adversario, fuera de su área de penalti, impidiendo con ello una ocasión manifiesta de gol», un documento que resultará además decisivo para que el Comité de Competición sancione al de Mos para la próxima jornada.

¿Debió entrar el VAR en la jugada?

El VAR solo puede intervenir en errores muy claros o en situaciones que resulten decisivas, dos supuestos que por el lance del sábado quedan en cuarentena. Sin embargo otro de sus cometidos son aquellas acciones sujetas a expulsiones. «Solo interviene para decidir sobre rojas directas, nunca por una segunda amarilla». La única justificación para intervenir en este caso es que González González apreciase roja a Rubén Blanco desde el primer momento, aunque todos los condicionantes lo ponen en duda.

¿Hubo materia para alargar ocho minutos?

Al margen del penalti, en la revisión no se invirtieron siete minutos, que fue el tiempo de alargue y que a la postre se convirtieron en ocho. Fue excesivo el alargue y durante su transcurso llegaron los dos tantos locales.