Rubén y Nolito se pierden el partido contra el Valladolid; Tapia, apercibido

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Carla Cortés

El mosense fue expulsado, el gaditano vio la quinta amarilla y el peruano, la cuarta

21 feb 2021 . Actualizado a las 11:03 h.

Coudet suele referirse a las dificultades en forma de sanciones y lesiones con las que tendrán que convivir el resto de la temporada y que les lastran al tratarse de una plantilla corta. De las primeras se saldó el partido de ayer con dos, ya que ni Nolito ni Rubén estarán en el duelo del próximo domingo frente al Valladolid tras haber visto la quinta amarilla de la temporada y haber sido expulsado, respectivamente. Además, Renato Tapia vio su novena cartulina del curso, por lo que queda apercibido, a una más de cumplir su segundo ciclo. El único partido que se perdió hasta ahora fue, por ese motivo, el del Villarreal.

Nolito vio la quinta a los trece minutos de partido por «derribar a un contrario, de manera temeraria, en la disputa del balón». Llevaba apercibido desde la jornada 21, el partido frente al Granada, tras haber sido amonestado también ante Eibar (jornada 1), Atlético (jornada 6) y Alavés (jornada 14). En cuanto a Rubén, su expulsión por «derribar a un adversario, fuera de su área de penalti, impidiendo con ello una ocasión manifiesta de gol» fue a los 63 minutos.

Renato Tapia, por su parte, vio su cuarta amarilla del presente ciclo a los 51 minutos por «derribar a un contrario en la disputa del balón, evitando así un ataque prometedor». El centrocampista ha visto estas cuatro amarillas en un margen de cuatro jornadas. Además, dio el susto en dos ocasiones al tener que ser atendido por los servicios médicos, aunque pudo completar el partido.

A lo anterior hay que sumar una tarjeta a Santi Mina -la tercera de la temporada para él- por «protestar, de forma ostensible y a voz en grito, una decisión» de Pizarro Gómez, según refleja este en el acta. Ademas, Gudelj fue expulsado, también según el documento arbitral, por decirle al cuarto árbitro: «Me cago en tu puta madre, marca el cambio».