El premio a un ejercicio de resistencia se esfuma en el descuento

M. V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Carla Cortes

El Celta encaja dos goles en el tiempo añadido tras aguantar con uno menos

21 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El duelo de ayer en Mestalla parecía condenado al 0-0 hasta que Pizarro Gómez mostró una dudosa tarjeta roja a Rubén Blanco que cambió todo. Aunque el conjunto vigués supo aguantar durante muchos minutos, acabó encajando dos goles en el descuento que le cuestan la derrota y, a mayores, perder el golaveraje.

Once

Solari y Ferreyra, por Brais y Aspas

Coudet avanzó en la previa que ya veía a Augusto Solari y Facundo Ferreyra listos para ser titulares y esa fue su apuesta ante las bajas por sanción de Brais Méndez y Iago Aspas. Para los dos argentinos era su primer partido saliendo de inicio desde que llegaron al Celta en el mercado de invierno. Más allá de estos cambios obligados, los ostros nueve repetían.

Juego

Un arranque de poco juego y menos oportunidades

Celta y Valencia protagonizaron una primera mitad en la que las oportunidades de gol brillaron por su ausencia, quitando el tanto anulado por fuera de juego al excéltico Daniel Wass. Sin un dominador claro, ninguno de los dos equipos consiguió hacerse con el control y las llegadas a las inmediaciones del área rival fueron prácticamente inexistentes. A ambos equipos les costaba encontrar espacios y sufrían la presión del rival cada vez que trataban de avanzar hacia la portería contraria.

Ataque

Desconexión entre los jugadores de arriba

Decía Coudet la víspera que el equipo ya no depende al 100 % de Aspas, pero el partido de ayer no confirmó sus palabras. La apuesta por Solari y Ferreyra como relevos de Brais y del moañés no salió bien y se vio un ataque desconectado, sin que ni ellos ni tampoco Mina y Nolito, que probó con un disparo alto al inicio, tuvieron demasiado contacto con el balón y mucho menos ocasiones de marcar.

Inferioridad

Una expulsión que lo cambió todo

La segunda mitad comenzó con la misma tónica que la primera, pero el Celta mostró algo má de intención de inicio y el Valencia respondió luego con algo más de balón, pero sin ocasiones por parte de ninguno de los equipos. Pero una falta de Rubén sobre Maxi Gómez que Pizarro Gómez fue a ver acabó con la expulsión del mosense. Aunque el Celta resistió en inferioridad casi media hora. Coudet quiso mantener la estructura con un 4-4-1, dando entrada a Aidoo y luego a Beltrán. El equipo resistió bastante bien hasta que llegaron los dos mazazos ya en el descuento.