La peña que nació en plena pandemia

M. V. F. VIGO

GRADA DE RÍO

CEDIDA

En unos meses en los que la crisis sanitaria frenó la actividad del celtismo organizado, echó a andar la Peña Celtista Integra Fran Díaz

25 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde el pasado 8 de septiembre, el celtismo cuenta con una nueva peña federada, la de más reciente creación y la única que se ha puesto en marcha desde el inicio de la pandemia. El proyecto venía de atrás y, en unos momentos en que las peñas tuvieron prácticamente que desar su actividad, ellos decidieron seguir con los trámites. Es la Peña Celtista Integra Fran Díaz, creada para apoyar al equipo celeste de personas con discapacidad y que lleva el nombre de su delegado.

A la cabeza de la directiva está Manuel Alberto Iglesias Rodríguez, padre de uno de los integrantes del equipo. Son precisamente los familiares de los célticos los que pusieron en marcha una iniciativa a la que llevaban tiempo dándole vueltas. «Coincidimos viendo los entrenamientos de los chicos y en los partidos y hace mucho que veníamos hablando de esto. Somos celtistas, pero sobre todo queremos apoyar a los chavales», cuenta.

Iglesias explica que la idea de hacer la peña y la de que llevara el nombre de Fran Díaz nacieron juntas. En ningún momento se puso otra opción encima de la mesa. «Él es uno de los grades artífices del Celta Integra y hace muchos sacrificios por este equipo, como dar mil vueltas para viajar a cualquier punto de España para estar con el equipo como sea al no poder viajar en avión», dice sobre Díaz. «Se merecía este homenaje», apostilla.

Como toda peña, cuentan con una sede y una directiva, pero la pandemia hace que sus pasos vayan despacio y aún no han hecho socios. «A raíz de la pandemia aún no hemos podido hacer casi nada. Pero calculamos que podremos llegar a ser unos 100 o incluso 150 peñistas», calcula.

Lo que sí hicieron ya fue un acto de inauguración en A Sede al que les quedó pena de que no pudieran ir jugadores del primer equipo -como era habitual en estos eventos antes de la crisis sanitaria-, pero que resultó igualmente muy emotivo. Sobre todo para Fran. «Se emocionó mucho. Para él fue una gran sorpresa», cuenta Manuel.

Sueño cumplido

El hijo de Iglesias lleva en el equipo -que ha cumplido cinco años- desde su segunda temporada de existencia y el balance no puede ser más positivo. «Yo soy celtista de siemrpe, de toda la vida. Y al tener un hijo con problemas, pensabas: ‘Es imposible que mi hijo juegue en el Celta’. Y mira. Es un orgullo», celebra.

Valora la importancia que tiene esta actividad para el desarrollo de su hijo y del resto de deportistas que componen el Celta Integra. «Les ayuda mucho, les beneficia un montón. Además de jugar al fútbol, aprenden a cumplir normas, viajan, hacen otras actividades como ejercer de recogepelotas en Barreiro... Ni en nuestros mejores sueños hubiéramos imaginado todo esto», cuenta.