En la temporada siguiente, ya con ficha de Primera, recibió incluso la llamada de Luis Enrique con la selección española, con la que debutó y marcó frente a Serbia. Más allá de que no volvió a ser llamado, ese curso firmó sus mejores números en Primera, con 2.383 minutos y siete goles. Participó en 32 partidos, 27 como titular, y se ganó la confianza de los tres entrenadores, aunque en más de una ocasión se convirtió en objetivo de las críticas.
Y la temporada pasada, después de que en verano se le relacionara con varios equipos, su protagonismo fue mucho más irregular. Sus cifra de partidos como titular se redujo casi a la mitad, la de minutos descendió en cerca de un millar y se quedó sin ver portería.