Nolito, sobre su primera etapa en Vigo: «Casi todo salía bien, fuimos muy felices»

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El gaditano y Fontás recuerdan con Vero Boquete sus años juntos en el Celta y otros aspectos de sus carreras

10 oct 2020 . Actualizado a las 21:23 h.

Nolito y Andreu Fontás, grandes amigos y compañeros en su día tanto en el Barcelona como en el Celta, mantuvieron una charla con Vero Boquete dentro de la iniciativa de La Liga The conference call en la que repasaron sus años juntos en Vigo y otros aspectos de sus carreras. Los dos dejan claro lo mucho que han disfrutando formando parte del club celeste y el gran cariño que le tienen.

«Había un grupo de puta madre»

A los dos les cuesta quedarse con un momento concreto de sus trayectorias celestes. «Había un grupo de puta madre, jugabas el partido y a los diez minutos sabías que podías ganar. Íbamos a cenar con las mujeres un sábado, un domingo...», rememora. Y destaca que por todo lo anterior «el ambiente con el club, directivos, jugadores, míster era muy bueno en todos los aspectos». Se sentía feliz porque «primero, jugabas; luego, ganabas, y después lo celebrabas. Decía: ‘¿Qué más se puede pedir?'. Salía bien casi todo. Éramos felices».

Andreu responde que tiene «poco más que añadir» a lo dicho por Nolito sobre lo vivido en esos años. «El mejor momento puntual fueron las semifinales, pero en general me quedo con el recorrido. El primer año con Luis Enrique nos costó la primera vuelta, pero a partir de al segunda y los años siguientes hasta las dos semis fueron años de progresión, cada año mejor», relata. A eso le añade el buen grupo que formaban y comenta que «es complicado tener años seguidos buenos de disfrutar tanto».

Oscar Vazquez

La salvación de la temporada pasada

El regreso de Nolito al final de la temporada pasada, sin embargo, fue en unas circunstancias muy diferentes. «Me veía en Segunda, sinceramente. Denis y Rafinha estaban con que casi metía el Leganés, me ponían nervioso y les decía: ‘Irse a la mierda, que no veo uno ni otro'»; cuenta sobre un encuentro para el que estaba sancionado. Fontás lo vivió con la misma angustia: «Yo como Nolito, pero en el sofá. ¡Ay, madre mía!», recuerda. En clave de futuro, Nolito sostiene que si las cosas «van como tienen que ir» no sufrirán tanto.

La huella de Luis Enrique

Otro de los aspectos que tienen en común es haber sido entrenados por Luis Enrique. «Es el entrenado que más me ha marcado. Somos afortunados de haberlo tenido tanto tiempo», dice el catalán antes de revelar que fue el primero que le situó como central cuando él acostumbraba a jugar de mediocentro defensivo. «Me vio posibilidades y acabé jugando ahí toda mi carrera. También cuando fichó por el Celta me dio la oportunidad de ir allí y acaba siendo mi casa prácticamente», señala añadiendo que fueron «cinco años maravillosos» de los que guarda «recuerdos geniales».

Nolito coincide con su amigo en la importancia del actual seleccionador en su carrera. «Es un entrenador muy completo, te aprieta cuando te tiene que apretar y te da cariño cuando te lo tiene que dar. Si tiene un problema te lo dice a la cara, no es el típico falso. Como jugador, prefiero un entrenador así», comenta. Además, como ya ha dicho otras veces, cuenta que fue la persona que le hizo ver que quizá podría vivir del fútbol. «En el Barça B ganaba algo de dinero y decía: ‘Vale, está bien', pero no me imaginaba jugar en Primera ni que me iba a ir lo bien que me ha ido», confiesa. Luis Enrique le apretaba y le insistía con temas como la comida. «Me hizo ver que podía vivir de esto y cuando me tenía que tirar de las orejas me tiraba y a la cara», dice antes de calificarle como «un entrenador clave» en su carrera.

Sus experiencias en el extranjero

Boquete les pregunta a ambos por sus experiencias en el extranjero. En el caso de Nolito, fue menos satisfactoria, aunque asegura que mientras tuvo minutos estuvo bien. «Con los años me doy cuenta de que he sido feliz cada vez que he jugado, más allá del tema económico, de que haya ganado más o menos», cuenta. En Mánchester, hasta diciembre que tuvo minutos, «era feliz aunque a las cuatro era de noche, no se comía bien y había mucho frío». De diciembre a mayo cambio la cosa: «Jugaba mucho menos y ya decía: ‘Me quiero ir'».

Fontás, aunque consciente de los pros de tener lejos a los suyos, algo que se ha acentuado con el coronavirus por la dificultad de las visitas, esta contento con la decisión que tomó. «Futbolísticamente, con las lesiones, no me ha ido todo lo bien que podía esperar, pero vives una liga y un país diferente, es una experiencia brutal». También para su familia, pues destaca como ejemplo que su hija mayor ya habla inglés perfectamente pese a su corta edad. Aparte de que el nivel futbolístico es «más alto de lo que la gente piensa».

Sus planes cuando dejen el fútbol

Entre las cuestiones que plantea Boquete a sus interlocutores está qué planes tienen para cuando se acaben sus respectivas carreras. Fontás confiesa que lo mal que lo ha pasado con las lesiones le ha hecho llegar a un punto donde no quiere «saber nada del fútbol» cuando lo deje. Pero cree que será algo temporal. «Diría que quiero olvidarme y hacer otra cosa, pero el fútbol es mi vida y quizás podría estar relacionado con chavales jóvenes, ayudarles... Como entrenador no me veo, pero nunca se sabe», analiza.

Tampoco Nolito se ve como técnico, si acaso de segundo entrenador, pero no es una idea que le seduzca demasiado a día de hoy. «Más o menos como Andreu. Creo que tendremos mucho tiempo libre y querría hacer algo que me apetezca, como una escuela de niños», desliza. Pero no piensa en una convencional, sino «con los que normalmente los clubes no quieren, los malos, recogerlos y que jueguen entre ellos, que también tienen derecho». Aunque ve que los jóvenes de hoy «son más complicados». Además, deja claro que espera que su retirada sea «dentro de mucho tiempo».

Messi, el mejor; Nolito, el más gracioso

Uno y otro coinciden en señalar a Messi como el mejor jugador con el que han compartido vestuario y al propio Nolito como el más gracioso. Entienden el gallego, aunque no lo hablan, y les encanta la comida de la tierra. Y si les dan a elegir a Nolito entre Vigo y Barcelona y a Fontás entre Vigo y Kansas, los dos escogen la ciudad olívida. «Estoy encantado en Kansas, pero para vivir, Vigo, sin duda», remata Fontás.