Examen de personalidad en Zorrilla

x. r. c. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

rc celta

El Celta de la presión alta y la intensidad pone a prueba su buen arranque en Valladolid ante un rival incómodo que se hace fuerte en su campo

27 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Valladolid se presenta como una especie de reválida para el Celta. Las buenas sensaciones de Ipurua y de Balaídos ante el Valencia deben ser corroboradas en Zorrilla ante un rival que exige mucho, que presiona bien, que no rifa el balón y que ha hecho del feudo pucelano su vergel en las dos últimas temporadas. Un buen resultado y mantener la línea de juego confirmarían que el conjunto de Óscar García está en la senda de la tranquilidad, el gran objetivo de la temporada.

Para alcanzar el objetivo, lo primero que tiene que demostrar el Celta es personalidad. El rival le negará los espacios, presionará arriba siempre que pueda y se cerrará sin rubor si el partido así lo aconseja. Frente a esta polivalencia, el equipo de Óscar García debe mantener su idea apostando por la presión alta tras pérdida como concepto defensivo y por la velocidad para desplegar el ataque teniendo en cuenta el perfil de jugadores como Emre Mor o Aspas.

Desde su llegada, Óscar García nunca le ha dado continuidad al mismo once y tampoco parece esta la ocasión. De entrada, el equipo puede necesitar un poco de cemento en el centro del campo, lo que posibilitaría la coincidencia de un doble pivote de mucho músculo con Okay y Tapia. Para el trío de medias puntas, Brais podría recuperar la titularidad que tuvo en Ipurua en detrimento de Denis o Emre Mor. El de Salceda estrenó titularidad el sábado pasado y el turcodanés salió de inicio en las dos contiendas disputadas hasta el momento. Todo lo demás invita a pensar en la continuidad en la formación inicial.

Esta sensación de certeza celeste contrasta con la agitación que vive el Valladolid después de su mal partido ante el Betis. Es cierto que los pucelanos en su campo son casi un reloj (cuatro derrotas la temporada pasada), pero la imagen de Heliópolis no le gustó nada a Sergio González, que ya anunció novedades para la contienda de la tercera jornada. Además, no podrá contar con el hebreo Shon Weissman por motivos religiosos (celebra el Yom Kippur).

Quien estará será el excéltico Fabián Orellana, un futbolista desequilibrante que quiere convertirse en bandera del nuevo Valladolid y que será un quebradero de cabeza para Lucas Olaza en el costado izquierdo.

Los célticos buscarán mantener por tercera semana la etiqueta de invictos en un estadio que fue talismán en su día pero en el que no ganan desde hace siete años, en el célebre 0-2 que fue el origen de la salvación del 4 %. De aquel equipo vigués solo repetirá en el once Iago Aspas, que podría convertirse en el máximo goleador de la historia del conjunto vigués en Primera División si es capaz de anotar un tanto para igualar los 104 goles de Hermidita. Un registro que data de 1954.