Emre Mor supera el examen del regreso 17 meses después

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

LOF

El turcodanés, como enganche, se mostró especialmente activo en el segundo tiempo, en donde tuvo las mejores ocasiones

13 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Emre Mor volvió a jugar, y a ser titular con el Celta, 17 meses después. Y el cambio es radical. Del Wanda Metropolitano salió como un actor de reparto que jugó aquel partido por la ausencia de Iago Aspas y porque Escribá había dado la cita por amortizada al seleccionar el camino de la salvación. Pero de Eibar regresa con los deberes hechos, firmando un notable partido y demostrando (al menos de momento) que quiere quedarse en Vigo y convertirse al fin en un jugador importante. Por ahora es fundamental.

Después de las tres citas de pretemporada, la ópera prima liguera se presentaba como un test casi definitivo para el turcodanés. Óscar García apostó por él y lo colocó en la media punta, su sitio predilecto, en un 4-2-3-1. Y durante el primer tiempo, cuando el Eibar apretó y los delanteros del Celta no tuvieron demasiados balones, a Mor le costó, aunque protagonizó algún robo y alguna salida explosiva. Pero en el segundo tiempo, cuando el equipo vigués subió la línea y comenzó a tener el balón en sus pies, entonces el exBorussia entró mucho en juego.

Lo hizo utilizando el flanco derecho del ataque celeste para sus fechorías, robando un par de balones y firmando la jugada de la tarde con un eslalon que incluyó un viaje desde la línea de fondo hasta el área pequeña que fue interceptado por Dmitrovic. Como no podía se de otra manera, fue el rey del regate en el partido: cinco. Tres más que el armero Inui, el más virtuoso de un equipo azulgrana que se quedó sin la magia de Orellana.

Emre Mor también fue el que dispuso de más ocasiones de gol en el bando celeste: disparó una vez a puerta y en otras dos ocasiones estuvo a un palmo de darle el toque definitivo al balón ya dentro del área rival. Por contra, también fue el céltico que más balones perdió: cinco. Además, estuvo en el campo 85 minutos, algo que no le sucedía en un partido oficial desde hace mucho tiempo.

Todo fue una sucesión de buenas noticias que deben ser confirmadas antes del cierre de mercado. A día de hoy, el eléctrico jugador parece el fichaje del verano celeste, pero su sombra es tan alargada que por el momento la sospecha permanece impasible en el horizonte. Frente el Valencia, el sábado en Balaídos, tendrá que corroborar todo lo exhibido en Ipurua. Lo suyo, por ahora, es un examen permanente.