Nolito: «Tenemos que poner bien el pie en el acelerador para no sufrir como el año pasado»

La Voz VIGO

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RC CELTA

El céltico admite que en la recta final de la temporada pasada sufrió como nunca antes en su carrera

03 sep 2020 . Actualizado a las 14:12 h.

El céltico Nolito ha concedido una entrevista a los medios del club en la que habla de lo vivido desde su llegada al Celta, así como de la nueva temporada que se les presenta. «Queda menos. Me veo bien y al equipo también. Ahora empezamos de cero, una nueva ilusión, un campeonato nuevo, y tenemos que intentar hacer las cosas bien para no sufrir tanto», comenta.

Considera importante empezar bien porque «te da más confianza y es distinto que empezar perdiendo» y se muestra muy consciente de la dificultad de La Liga. «Sabemos lo dura que es esta competición, lo difícil que te lo ponen los rivales. Tenemos que poner bien el pie en el acelerador para no sufrir como sufrimos el año pasado. Esperemos no sufrir tanto», subraya una idea que repite varias veces a lo largo de la entrevista.

Nolito se refiere a la pandemia como «una pena y una putada», pero recalca que los futbolistas son unos privilegiados. «El país está en la situación que está y a nosotros nos toca jugar sin público. Es nuestro trabajo, no adaptamos y punto. Hay que seguir y jugar como nos digan los que mandan», acepta. Entiende que deben centrarse en lo suyo y «mejorar, hacer las cosas bien», prepararse «lo más fuerte posible» para el nuevo campeonato.

No oculta el gaditano que lo pasó muy mal en el desenlace del curso 2019/2020. «Sufrí mucho, nunca había sufrido tanto en mi carrera como ese último mes. Parecía que sí (que se salvaban), pero las dos últimas semanas pensé lo peor, vi a los demás equipos...», confiesa. Pero da gracias por haberse salvado y cree que toca «aprender de los errores del pasado». «Tenemos que mirarnos por dentro, hacer autocrítica y estar a mejor nivel para ayudar al máximo posible».

El extremo cree que todos deben hacer esa autocrítica y pese a ser uno de los veteranos del vestuario -el segundo tras Sergio Álvarez por unas semanas-, considera que le queda «mucho que aprender y mejorar». «Hay que tener hambre, tener fe y confiar en nosotros mismos. Tenemos una nueva oportunidad y empezamos de cero. Hay que olvidar todo, pero pensar en lo que hicimos mal y mejorarlo».

También echa la vista atrás a su trayectoria, desde que de pequeño disfrutaba jugando en su barriada, en ocasiones descalzo. «En todas las entrevistas digo que aquel fútbol se ha perdido. Me quedo con esa infancia que tuve con mis amigos y conocidos de mi barrio. Fui muy feliz jugando allí», rememora.

Años más tarde, a los 20 y de la mano de Luis Enrique, empezó a darse cuenta que quizá podía llegar a vivir del fútbol. «Llegué al Barcelona B y Luis Enrique hablaba conmigo. Me lo tomé en serio, pensaba que quizá me podía ganar la vida haciendo lo que me gusta. Me pagan una pasta y es la hostia», dice. Revela que empezó a cambiar sus hábitos sobre todo de alimentación. «Al final tuve suerte y más o menos se dio bien la cosa», comenta a modo de resumen de su carrera.

Su deseo de futuro es en el plano colectivo «no sufrir tanto», insiste, y que los aficionados disfruten. En lo colectivo, le gustaría «jugar muchos partidos y ayudar al equipo, si puede ser con goles, mejor también», concluye.