Protagonista por su calidad, el apodado El Zar por la afición viguesa, acaparó los focos también por un temperamento que quedó patente en el Celta desde el principio. Su fuerte carácter dio más de un quebradero de cabeza al club y con posterioridad a su marcha también ha hecho más de una declaración que no ha sentado bien a una hinchada que, sin embargo, le recuerda con agradecimiento.
Hace poco ha puesto en marcha una academia de fútbol en Rusia. En el vídeo promocional de la misma, llevaba una camiseta del Celta, protagonista con frecuencia de algunos de los recuerdos que comparte en redes sociales.