El crecimiento infinito de Kevin

m. v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Lavandeira jr

Dos años después de decir adiós a Segunda B, se ha consolidado en Primera

08 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El 10 de junio del 2018, Kevin Vázquez disputaba el último de sus 146 partidos en Segunda B. El entonces capitán del Celta B tenía 25 años y sus días en el filial, donde había sido pieza clave, parecían a todas luces agotados. Entonces, el club premió su larga trayectoria en la base y decidió que diera el salto al primer equipo y, dos años después, acumula 26 partidos y casi 2.000 minutos entre Liga y Copa con la primera plantilla.

El camino del nigranés no fue fácil. No solo por tener que esperar tanto tiempo su oportunidad, sino porque cuando la tuvo en primera instancia, en el 2011 al ser llamado para hacer la pretemporada, estuvo a punto de debutar, pero una huelga lo impidió. Y tuvieron que pasar otros siete años en los que creció hasta convertirse en un pilar del Celta B y un ejemplo poco convencional para la cantera, alejado del modelo de los Rubén, Hugo o Brais que debutaron arriba siendo prácticamente adolescentes.

Incluso una vez que había promocionado al primer equipo, tuvo que esperar hasta el mes de noviembre para disputar sus primeros minutos. Se los dio en Copa frente a la Real Sociedad un Antonio Mohamed que teniendo la baja de Hugo Mallo había buscado una alternativa diferente a Kevin, único jugador específico disponible. En nueve de las diez primeras jornada, le dejó en la grada.

A partir de ahí, en las pocas oportunidades que tuvo, Kevin siempre respondió. Fueron un total de seis partidos, cuatro de Liga y dos de Copa (uno con Mohamed, tres con Cardoso y dos con Escribá), en los que sumó 401 minutos. Pese a ese poco protagonismo en su primer año, Kevin decidió persistir. «Nunca me fui del Celta porque lo amo», proclamó en una ocasión el año pasado sobre su trayectoria en la base. Pero lo volvió a aplicar en el verano del 2019 y no se planteó salir en busca de minutos.

En este curso recién terminado las cosas han cambiado para él, que ha sido capaz de discutirle el puesto a Hugo Mallo y convertirse en un alternativa seria. Aparte de suplirle en partidos en los que el capitán estuvo sancionado o lesionado, el miñorano también fue de la partida en encuentros en los que el marinense estaba disponible, y dejando además, buenas sensaciones. Y eso que también tuvo que lidiar con sus propios problemas físicos, perdiéndose cinco partidos por lesión.

Este verano, el club tenía una opción para cortar su contrato. Aunque firmó en su momento por cinco años, hasta el 2023, existía una cláusula por la cual el equipo vigués podía decidir unilateralmente prescindir de él. Pero ya desde antes de terminar la temporada al jugador se le había transmitido que entraba en los planes para la próxima temporada.

Una campaña 2020/2021 en la que, salvo que se dé la sorpresa de que salga Hugo Mallo -una opción que su agente, Quique de Lucas prácticamente descartó a La Voz hace unos días-, dos canteranos volverán a competir por el puesto de lateral derecho por tercera temporada consecutiva. Desde la llegada de Óscar, y con lesiones y sanciones para ambos, hubo una gran igualdad entre los dos futbolistas, con 13 titularidades para cada uno en los 26 partidos con el sabadellense al frente.

Para Mallo es una situación nueva, ya que en las temporadas anteriores, incluso en la primera con Kevin en el primer equipo, había sido indiscutible siempre que había estado en condiciones. Pero parte de la afición considera ya que el nigranés ha estado este curso a mejor nivel que él.