Premio gordo pese a otro borrón

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

CEDIDA

El Celta firmó un muy mal partido pero se salvó por el resultado del Leganés

20 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Era difícil haber sufrido más para conseguir la permanencia de lo que lo hizo ayer el Celta. Hasta los pitidos finales de los dos partidos, el suyo y el de Butarque, no pudieron los vigueses respirar tranquilos. Porque fueron incapaces de cumplir con su parte. Dependían de sí mismos, pero para ello tenían que ganar, y no lo pareció durante la mayor parte del choque. Al final, fue el Real Madrid, con su igualada ante el Leganés en Butarque, el que permitió que los de Óscar García Junyent sigan otro año en Primera. Una celebración agridulce por la mala imagen ofrecida.

Once

Apuesta inesperada por Pione Sisto

Nada hacía presagiar que después de nueve encuentros sin intervenir, Pione Sisto no solo fuera a participar en el partido que decidía la temporada, sino que iba a partir como titular. Junto a él fueron novedades respecto al duelo frente al Levante Hugo Mallo, Aidoo y Bradaric. Se caían el sancionado Rafinha y Okay, Néstor Araujo y Kevin, en el banquillo. Smolov no pudo recuperarse a tiempo y se quedó fuera de la convocatoria, pero sí lo hizo un Murillo que fue titular pese a haber acabado renqueante el jueves.

Inicio

Incapaces de generar peligro

El Celta comenzó el partido con balón, apostando por el control pero sin lograr apenas profundizar. De hecho, las ocasiones más claras del primer tiempo fueron para los pericos, incluido un gol anulado en el descuento. El Celta, aunque metido en el partido en comparación con las citas anteriores, no se aproximó a la meta rival con la única excepción de una falta botada por Aspas que se estrelló en la barrera. Más allá de eso, los vigueses eran incapaces de trenzar jugadas de ataque.

Desarrollo

Más colmillo del Espanyol

Rufete había dejado claro que el Espanyol quería despedirse de la categoría con triunfo y se notó en sus jugadores, especialmente en el delantero chino Wu Lei, que se convirtió en una pesadilla para la defensa visitante. Los locales dejaron claro muy pronto que no renunciaban al partido y pudieron irse al descanso con ventaja. Un disparo de Embarba se coló en la portería defendida por Iván Villar después de que el balón tocara en el colegiado, que impidió que Bradaric tratara de cortar la jugada. Cordero Vega fue a ver la acción e invalidó el tanto. Al mismo tiempo empataba un Leganés que había comenzado perdiendo ante el Madrid.

Actitud

Pocas ocasiones y desperdiciadas

El paso por vestuarios no sirvió para cambiar la tónica del partido. Al contrario, con el paso de los minutos el Espanyol fue ganando terreno ante un Celta que seguía sin dar la impresión de jugarse la permanencia en la categoría y que por momentos parecía dar por bueno el empate. Las pocas ocasiones que generaban los celestes las desperdiciaban, como una acción en la que Aspas intentó una vaselina imposible que no encontró portería. Mientras, el Leganés apretaba en Butarque y con el empate en los dos marcadores (que serían los resultados finales), el Celta estaba a un gol de los pepineros de dar con los huesos en Segunda División. Y los madrileños sí lo buscaban con insistencia.

Pánico

Nerviosos y temerosos de principio a fin

Poco a poco el Celta fue metiendo una marcha más y llegaron a cuentagotas algunas aproximaciones. Pero durante todo el partido fue presa de los nervios y el pánico. Les pesó demasiado a los celestes saber que si no conseguían la victoria, estaban a expensas de lo que ocurriera en Butarque. Y con los suplentes siguiendo el desarrollo de ese otro partido en sus dispositivos móviles, el Celta en su conjunto parecía más pendiente del devenir de ese encuentro que del suyo propio.

En el alambre

Jugando con fuego

El Celta jugó con fuego durante todo el partido. Aparte del gol correctamente anulado, los catalanes dispusieron de más ocasiones, la más clara de Vargas, que habían sido uno de los jugadores de refresco de Rufete. Finalmente, los vigueses dispararon tres veces entre los tres palos por una de su rival, pero fueron todas en una recta final donde también Aspas tuvo la oportunidad de poner fin al sufrimiento con una ocasión clara que se le marchó fuera.

Cambios

Sin apenas soluciones en el banquillo

Si en otras ocasiones tras el parón los cinco cambios le habían servido a Óscar para guardarse un as en la manga, no era el caso de ayer. Como atacante apenas tenía al Toro, que cuaja una mala primera temporada en el fútbol europeo y que ayer tampoco pudo aportar lo que necesitaba el equipo. También entraron en la segunda mitad Okay —que no mejoró al equipo—, Jacobo y Pape, los dos últimos intrascendentes al contar con muy pocos minutos.

Datos

Portería a cero siete partidos después

El Celta mantuvo la portería a cero después de seis partidos consecutivos encajando. La última vez había sido en la victoria a domicilio frente a la Real Sociedad, tras la que vinieron siete jornadas sin ganar. De lo poco positivo en lo futbolístico del encuentro de ayer. Fue la primera vez sin encajar desde que Rubén se lesionó e Iván Villar tuvo que ponerse bajo palos como sustituto. Cierran el curso con 49 goles en contra por 37 a favor.