Las lesiones, el bajón físico y la sangría defensiva llevan al Celta al precipicio
18 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta ha pasado en cinco jornadas de disfrutar de una ventaja de ocho puntos con respecto al descenso a tener solo uno de margen para la jornada final. En esta cuesta abajo, con 3 puntos sumados de 18 posibles, mucho tiene que ver el cansancio del equipo, fruto de su plaga de lesiones y de la continuidad de muchos jugadores, la vuelta al negro pasado en materia defensiva, el bloqueo mental de los protagonistas, el bajo nivel de algunos y alguna decisión tomada desde el banquillo. Un peligroso cóctel contra el que solo existe el antídoto de la victoria mañana en Cornellá.
PLAGA DE LESIONES
Cuatro lesionados de larga duración y otros tantos que se perdieron partidos
El Celta perdió desde el regreso para toda la temporada a Denis, Sergio, Rubén Blanco y Juncà y al menos otros cuatro jugadores se perdieron partidos por diferentes problemas físicos: Hugo Mallo, Fran Beltrán, Smolov y Aidoo, además de las molestias actuales de Murillo y Araujo. Los vigueses han sido el equipo más castigado por las lesiones, lo que le mermó opciones de rotación.
ROTACIONES
Veintidós titulares en alguna ocasión pero un equipo muy reconocible
Aspas es el único que ha sido titular en todos los partidos tras la pandemia y casi ha consumido todos los minutos y otros 21 jugadores han sido titulares en alguna ocasión, pero por norma Óscar García mantiene una columna vertebral clásica con Murillo, Araujo y Olaza como fijos en defensa, Okay y Rafinha con mucha presencia en el centro y el nueve como una referencia arriba. Muchos de ellos han llegado muy cansados al esprint final.
CANSANCIO
Once partidos en cinco semanas pasan factura
Es igual para todos, pero da la impresión que el Celta lo está pagando más y sus jugadores están sin gasolina. Quizás porque los vigueses han sido los más castigados con el horario de tarde (cuatro partidos a las cinco y otro a las 14 horas). Para medirse al Levante por primera vez dispusieron de un ciclo de cinco días para preparar el partido, pero la frescura no apareció por ningún lado. Hay jugadores capitales como Rafinha que han sufrido un bajón importante.
DEFENSA
Seis partidos seguidos encajando y ni rastro de la fiabilidad defensiva
El Celta volvió a las andadas en el peor momento. Cuando todo el mundo elogiaba el giro radical defensivo del equipo, volvió a conceder todo tipo de facilidades y ya ha encajado 14 goles en las últimas seis citas, con un promedio de 2,3 por contienda, una sangría que pone en peligro la permanencia.
IRREGULARIDAD
Sin continuidad en ninguna de las dos versiones
El Celta se ha convertido en un equipo impredecible. Nunca se sabe si el rival se va a encontrar a un Celta con el empuje y la ambición para golear al Alavés o el que le deja todo el campo libre a Osasuna y Levante para llevarse el triunfo aunque no se estén jugando nada. La línea de juego tampoco es homogénea y el Celta pasa de tener el balón y jugar en campo contrario a parapetarse y quedar a merced del rival.
BLOQUEO MENTAL
Del subidón de confianza ante el Barça a la cuesta abajo tras el 5-1 de Mallorca
El partido de Palma se presenta como el punto de inflexión negativo. Los célticos parecían liberados tras empatar con el Barcelona y sumar aquella semana siete puntos de nueve, pero la goleada recibida en Mallorca se convirtió en una pesada losa. Entonces entraron los nervios y el equipo volvió a exhibir todos sus males.
LA RACHA
Cinco bolas de partido desaprovechadas
El Celta viajó a Mallorca con un colchón de ocho puntos con respecto al descenso y con la opción de finiquitar la permanencia. No lo hizo y desde entonces ha desperdiciado cuatro partidos para sentenciar la salvación, pasando de disponer de nueve puntos con respecto al Leganés a llevarle tan solo uno y tener que jugarse todo a una carta en el último partido.
LA PLANTILLA
Futbolistas lejos de su media de rendimiento
En un año malo a nivel colectivo, el momento de la verdad cogió a futbolistas importantes lejos de su mejor momento de rendimiento. El centro del campo casi nunca pudo imponer su ley, las bandas no existieron y salvo el día del Alavés, al equipo le cuesta crear ocasiones de gol. Vive del acierto de Aspas y la ayuda de Mina y poco más.
ENTRENADOR
Alguna decisión polémica por parte de Óscar García
Óscar acertó de pleno el día del Barcelona ganándole la partida a Setién, pero sus últimas decisiones no han sido del todo acertadas. Frente al Betis gestionó mal el partido, en Pamplona descompuso al equipo y ante el Levante no ayudó con sus movimientos.