Demasiado lejos de las prestaciones de marzo

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

m.moralejo

15 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta empeoró todos los parámetros con respecto a los registros que dejó a mediados de marzo cuando se suspendió la competición por el covid-19. Tuvo una marcha menos en lo físico que el Villarreal, careció del gen competitivo que le permitió enseñar la cabeza y volvió a conceder muchas facilidades en defensa, algo que parecía superado. En su vuelta a Balaídos 112 días después, los célticos también echaron de menos el empuje de su afición. Además, las novedades en el once no estuvieron al nivel de la formaciones habituales.

FÍSICO

El Villarreal, con una marcha más

Óscar García apuntaba días antes del inicio liguero que su impresión era que el Celta llegaba bien al reestreno liguero, pero el primer partido se encargó de demostrar que el Villarreal estaba con una marcha más en el plano físico y que los vigueses no estuvieron frescos en ningún momento. Lejos del nivel que habían exhibido antes del parón.

INTENSIDAD

Lejos del gen competitivo alcanzado

El Celta volvió al pasado (al principio de liga) en términos de competitividad. La presión fue tímida y el equipo enseguida se partió, todo lo contrario que a principios de marzo, cuando era intenso y rara vez se descosía. Recuperar la intensidad parece clave para la permanencia.

BAGAJE DEFENSIVO

Concedió 16 tiros al rival

Los vigueses se fueron al parón convertidos en un equipo fiable en materia defensiva con tres partidos sin encajar y regresaron para recibir en el minuto 91 pero transmitiendo sensación de inseguridad a lo largo de todo el encuentro y concediendo facilidades que parecían superadas.

EL ONCE

Evidenció las diferencias

Óscar García se había decantado por nueve jugadores de un modo habitual antes del parón y en el regreso prescindió de dos de ellos: Okay, por molestias físicas, y Smolov. Pape y Juan Hernández fueron los beneficiados pero su voto de confianza caducó a los 45 minutos. Ninguno de los dos estuvo afortunado y el equipo mejoró con la entrada del turco y el cambio de sistema. El filial por el momento, solo contó con un representante en el banquillo.

BALAÍDOS

Sin el aliento de la grada

Balaídos fue el escenario de la primera derrota del equipo local en la vuelta de la Primera División aunque luego llegaron las de Leganés y Mallorca. El sonido enlatado del recinto vigués no sirvió para tapar la falta de aficionados y el empuje que tan importante había sido para el equipo en los últimos años, especialmente en A Nosa Reconquista.