Rubén solo no pudo contener al Villarreal

GRADA DE RÍO

El Celta firma un pésimo partido en el regreso y cae en el minuto 90 con un gol de Manu Trigueros

13 jun 2020 . Actualizado a las 20:26 h.

El Celta volvió a la competición del peor modo, firmando un pésimo partido y cayendo ante el Villarreal que encontró fruto a su insistencia en el minuto 90 con un gol de Manu Trigueros. Los célticos estuvieron a merced de un rival más intenso, veloz y vertical. Un mal inicio que solo llena de dudas el futuro.

Rubén Blanco fue el único del Celta que desescaló en la primera mitad. El portero de Mos sostuvo con sus paradas a un equipo vigués incapaz de frenar a un Villarreal que monopolizó el balón, tuvo el control del juego y disfrutó de media docena de ocasiones claras para adelantarse en el marcador. El mosense adivinó el disparo de Cazorla -señor del partido-, voló a un remate de Iborra llegando desde la segunda línea, le sacó un balón de la cabeza a Albiol y neutralizó a Gerard Moreno. El submarino hizo once disparos en este primer acto post coronavirus.

El Villarreal durante este acto inicial jugó con otra velocidad y el Celta, con tres novedades con respecto al último once de hace tres meses (la más llamativa la de Juan Hernández), fue un equipo incapaz de tener el balón (37 % de posesión) y de crear juego de ataque. Dos centros de Lucas Olaza (uno que se envenenó) y un disparo ajustado de Rafinha desde la frontal fue el único canto a la esperanza en medio de tanta espesura. Tanta, que Óscar García llamó a filas a sus dos mediocentros y aprovechó la pausa de hidratación como si de un tiempo muerto se tratase intentando enchufar a un equipo que todavía parecía estar en fase 0.

El Celta cambió el sistema en el descanso dando entrada a Aidoo y Okay para jugar un 5-3-2 en el que se sintió más arropado y seguro y aunque el balón continuó siendo amarillo, el número de ocasiones del Villarreal menguó. La más clara la tuvo Samu Chukwueze que se plantó solo ante Rubén por velocidad y cambio de ritmo y el portero de Mos volvió a neutralizar el disparo.

A medida que caían los minutos los célticos entraron un poco más en contacto con el balón pero solo un centro de Olaza con remate de Okay llegó el peligro a la portería de Asenjo. En parte porque tanta intensidad alta y semejante ritmo le tenían que pasar factura al equipo de Calleja.

En los últimos minutos el Celta volvió a cambiar de sistema al entrar Denis por Hugo Mallo buscando el partido, pero fue Bacca en un eslalon el que tuvo la más clara para los castellonenses, pero tras hacerlo todo bien remató fuera. Pero la insistencia del Villarreal tuvo premio y una pérdida de balón de Pione Sisto en el medio campo acabó con robo de balón y contra visitante y con gol de Trigueros en el rechace tras otro paradón de Rubén. El solo no pudo con el Villarreal.