Manolito Apeh: «Necesito más oportunidades para demostrar lo que puedo dar»

La VOz VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El delantero del filial está pendiente del Celta para conocer su futuro

10 may 2020 . Actualizado a las 18:12 h.

El futbolista del Celta B Manolito Apeh mantuvo este viernes una charla a través de Instagram con un aficionado del Lorca, uno de sus exequipos. El delantero nigeriano habló sobre lo vivido en el conjunto murciano, pero también sobre el resto de su trayectoria, incluido su paso por Vigo y sus perspectivas de futuro.

Apeh recordó con cariño su debut en Primera -recordando a su interlocutor que no fue con Mohamed, sino con Cardoso-, pero dejó claro que no se conforma con eso. «Lo importante es tener continuidad. Está bien debutar, pero mi sueño es jugar ahí todo el año, no debutar y estar abajo otra vez. Tengo confianza en mí mismo y trabajo para marcar goles siempre», recalcó. También insistió en la idea de que necesita más oportunidades. «Algunos jugadores lo tienen fácil y llegan rápido, otros tenemos que insistir. Necesito más tiempo en el campo para demostrar lo que tengo, lo que puedo dar», indicó.

En clave de futuro, señaló que al no ser sub-23 ya no podía incorporarse al primer equipo para la recta final de Liga y ahora está a la expectativa. «Mi sueño es llegar al fútbol profesional y trabajo cada día para ello. Estoy esperando a que el club me diga algo», dijo preguntado por su interlocutor sobre la posibilidad de subir al primera equipo la próxima temporada o de ser cedido a un equipo de Segunda, una posibilidad a la que no pareció hacer ascos, aunque tampoco se extendió al respecto. Lo mismo al plantearle que habrá cinco grupos en Segunda B el año que viene: «No lo sé, estoy esperando a ver qué pasa y nada más». Sobre el final de liga para el filial sí valoró que «no quedaba otra» que tomar esa decisión.

Aludió también a su marcha y regreso al Celta el pasado verano. «Cuando acabó la temporada no llegamos a un acuerdo entre los dos y tenía equipos en los que quería jugar», explicó. Sin embargo, el conjunto vigués contactó de nuevo cuando las dos partes habían comunicado ya su marcha y accedió a regresar. «Me volvieron a llamar y es un equipo que me gusta mucho y que me ha ayudado mucho. Tenía que volver», añadió. Entre los mejores entrenadores que ha tenido en su carrera citó a Rubén Albés.

Recordando que fue en Lorca donde comenzaron a llamarle Manolito, habló de que también en Vigo se lo llaman y que le gusta tanto que decidió ponérselo en la camiseta ahora que en Segunda B también aparecen los nombres. «Cuando escucho Manolito me vuelvo loco y quiero hacer algo para mi afición siempre. Me gusta mucho, me encanta», enfatizó. También indicó que en Vigo le reconocen menos por la calle que en Lorca, pero que sí hay algunas personas que le identifican como futbolista céltico.

En cuanto a los compañeros del primer equipo, agradeció que le acogieron «muy bien» en la pretemporada que realizó con ellos, en el 2018. «Son muy buena gente, profesionales y futbolistas de calidad que me han ayudado mucho». Como el que más le impresionó se quedó con «el capitán, Hugo Mallo», aunque también tuvo palabras de elogio para Aspas. «Cuando entreno con ellos me empuja mucho, me dice: ‘Vamos, bien, bien’. Me ayuda, es muy buena persona y un futbolista con mucha calidad. No hay delantero que a su lado no marque goles. Es muy, muy bueno».

Respecto a la cuarentena, reveló que vive solo y que le ha tocado «estar jodido en casa sin nadie», bromeando incluso con que va a tener que «buscar una novia» cuando esto pase. «Al estar solo ha sido más jodido para mí, pero lo llevé bien, jugando a la Play, leyendo libros, viendo series de Netflix y cocinando». Preguntado por si ha aprendido algo de gallego, respondió que es difícil porque todavía tienen que seguir mejorando su español, pero que sabe decir «graciñas».

Sus orígenes

Manolito explicó que perdió a su padre durante su etapa de jugador del Lorca. «Él siempre me empujaba para que fuera futbolista y por él sigo trabajando duro», comentó añadiendo que, a sus 23 años, tampoco tiene ya madre. «Tengo un hermano y una hermana en Nigeria», reveló.

En su país comenzó a jugar al fútbol «en la calle» hasta que el Inter de Milan se fijó en él. «Vinieron a vernos dos representantes del club, hicimos una competición por equipos y fui el mejor delantero», rememora. Se fue a Italia a probar a sus categorías inferiores cuatro meses. «Me querían, pero no se llegó a un acuerdo con mi representante y no pude seguir. De ahí me trajeron a España», detalló.