Smolov: «Mostovoi es el rey, Aspas es el príncipe y yo soy Fedor de Saratov»

La voz VIGO

GRADA DE RÍO

Legan P. Mace / SOPA Images via ZU

El delantero respondió en un directo en Instagram a un periodista ruso, confesando otras opciones que tuvo el pasado mercado aparte del Celta

04 abr 2020 . Actualizado a las 17:16 h.

El céltico Fedor Smolov, que pasa el confinamiento en soledad en su domicilio de Vigo, volvió a mantener en las últimas horas un directo de Instagram de cuyo contenido se hacen eco los medios de su país. Su interlocutor en este caso fue un periodista ruso, Nobel Arustamyan.

Smolov se refirió a las opciones que se le presentaron en el mercado de invierno y entre las que valoró la del Feyenoord. «Consideré esa posibilidad, pero el Lokomotiv se negó», confiesa. Distinto fue el caso del West Brom, porque aunque también preguntó por el jugador, en este caso era a él a quien no le seducía esa alternativa. Hubo, asimismo, contactos con el Rubin -habló con su técnico, Leonid Slutsky-, pero Smolov cree que el club al que pertenece tampoco hubiera dado el visto bueno. «Al final me vine al Celta. Todo fue muy espontáneo y salió bien», recalca.

También salió a relucir el nombre de Mostovoi y si él es su sucesor como Zar del Celta. «Vi que en las redes sociales y en algunos medios me llaman así, pero en general, el rey original es Mostovoi. Yo soy un príncipe. Aunque el príncipe se llama Aspas», comentó. Asi que concluyó a ese respecto: «Mostovoi es el rey, Aspas es el príncipe y yo soy Fedor de Saratov», en referencia a su localidad natal.

Respecto a la crisis del coronavirus, muestra su preocupación por la situación también en Rusia. «Por lo que sé, los test se compraron tarde y en pequeñas cantidades. Creo que no es la situación más favorable. Veremos, no quiero ser pesimista». Además, pese a todo, no oculta que le gustaría estar en Moscú en estos momentos. «También estaría en cuarentena entre cuatro paredes, pero estaría en casa», reflexiona.

Sobre sus hábitos estos días, cuenta que se levanta tarde, desayuna, entrena, habla con amigos y después juega al Counter-Strike, que es «la mejor manera de matar el tiempo y distraerse de los pensamientos tristes» que le produce «estar solo en un país extranjero». «Mi apartamento es pequeño, cocino tortilla y huevos revueltos, poco más. En general, hay entrega de comida a domicilio», explica.