El Celta, un especialista en las rectas finales de la temporada

x. r. c. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

Desde su regreso a la élite, los vigueses han firmado salvo en dos ocasiones excelentes epílogos para certificar sus objetivos

22 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Felipe Miñambres dio la voz de alarma: el Celta tendrá que seguir remando para quedarse en Primera División. Y los precedentes en las últimas once jornadas desde la vuelta del equipo vigués a la élite invitan al optimismo. Con 26 puntos en la actualidad, solo correría riesgo con los puntos sumados en dos temporadas y ambas con atenuantes: el peaje de Europa en el primer caso (16/17) y la prematura desconexión en el año de Unzué (17/18). No obstante, los ocho puntos conseguidos ante los mismos rivales en la primera vuelta son otro motivo para estar muy alerta. Con 34, solo un milagro dejaría a los de Óscar García en Primera.

Aunque todavía quede mucho tiempo para el regreso, el Celta y el resto de rivales por la permanencia deberán afrontar una liga exprés de once jornadas con todo por decidir con mínimas diferencias en la tabla. Los vigueses comenzarán esa definitiva fase liguera con un punto de margen sobre el descenso y con seis partidos como local (Villarreal, Alavés, Barcelona, Betis, Atlético y Levante) y cinco a domicilio (Valladolid, Real Sociedad, Mallorca, Osasuna y Espanyol). Con cinco victorias asegurarían la permanencia casi al 100 %.

Y los finales de liga no se le dan nada mal al Celta. Para comenzar, está el precedente de la temporada pasada, cuando los vigueses tenían a estas alturas 25 puntos y terminaron salvándose con 41 después de sumar 16 en los once últimos partidos. Algo parecido sucedió en la otra campaña (12/13) en donde se jugaba la permanencia: en la jornada 27 tenían 23 puntos y con 14 más obraron el milagro con 37.

En otras dos campañas (13/14 y 14/15) fue capaz de sumar 19 puntos en las mismas jornadas viniendo en progresión desde abajo, como sucedía hasta el parón. Primero fue con Luis Enrique en el banquillo para pasar de 30 a 49 puntos y al año siguiente con un recién llegado Berizzo: de 32 a 51. Al año siguiente, el de la clasificación para la Europa League, fueron 18 la cosecha de la recta final (de 42 a 60). Los únicos socavones aparecieron en el adiós del argentino (10 puntos) y en el final de Unzué (11).

A estos dos ejercicios hay que añadirles los malos resultados del conjunto vigués ante los mismos rivales en la primera vuelta: victoria ante el Villarreal a domicilio, empates con el Atlético en el Metropolitano y en el estadio vigués ante Valladolid, Mallorca, Osasuna y Espanyol y derrotas con Alavés, Barcelona, Betis, Levante y Real Sociedad. Ocho puntos de 33 posibles que resultarían del todo insuficientes. No obstante, con Óscar García ya se mejoraron en cuatro puntos los resultados con el resto de rivales en la segunda ronda. Un dato para optimistas pero sin margen para la confianza.