Quienes le conocen no esconden la ilusión que les haría ver a Diego Martínez dirigir al Celta algún día. «Los clubes que le han marcado profesionalmente son Sevilla y Granada, pero él era celtista de formación, creció y vivió el celtismo desde pequeño», analiza Casalderrey, que considera que el cruce de caminos entre ambas partes sería beneficioso para las dos si llega a darse. «El Celta encontraría a un entrenador que identifica lo que es el sentimiento por el club. Es un perfil que gusta a la afición por identificarse con los valores, entender lo que es A Madroa y a la vez haber demostrado que tiene capacidad y conocimiento suficientes», recalca.
A Rubio le encantaría y, además, cree que supondría de alguna manera trasladar al banquillo la tendencia de la plantilla. «El Celta se merece un técnico vigués para continuar el plan de cantera desde el lado del cuerpo técnico. Le vendría muy bien al club como entrenador joven con mucho conocimiento de fútbol y hecho a sí mismo, que empezó desde muy abajo mamando este deporte y está ahí por méritos propios».
Salgado, por su parte, cree que «entrenar al equipo de su ciudad sería una presión añadida y eso es un hándicap», si bien incide en que lleva muchos años fuera y su «casa futbolística» es Andalucía. En todo caso, no duda de que «es un pedazo de entrenador que daría el perfil».
