«Vamos a ir hacia arriba seguro»

m. v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Jacobo González, que marcó el gol del triunfo del Celta B el domingo, se muestra seguro de que se salvarán

25 feb 2020 . Actualizado a las 08:20 h.

Jacobo González marcó el domingo un gol que permite al Celta B respirar, pero no despistarse. El filial celeste sigue en zona de descenso, pero con la confianza de que no tardarán en abandonar los puestos de peligro. El madrileño considera que la llegada de Onésimo les ha dado «aire fresco» y no tiene dudas de que conseguirán la salvación y de que no repetirán el sufrimiento hasta el último instante que ya les tocó vivir la temporada anterior.

El equipo se ha sacado un peso de encima al mantener un resultado corto. «Llevamos tiempo en una buena dinámica, con el equipo jugando muy bien y llevando el peso de los partidos. Pero se nos estaban yendo por errores nuestros que todos sabemos que son infantiles», recalca el futbolista, que destaca que están dejando atrás esos fallos. «Poco a poco vamos sabiendo llevarlo mejor y conseguimos cerrar los partidos. Estos eran tres puntos contra un rival directo y eso vale todavía más», indica.

No oculta que el fantasma del partido de la jornada anterior en el que vencían 0-1 y cayeron con dos goles en el descuento (2-1) sobrevolaba sus cabezas. «Ya no era la primera vez que nos sucedía que se nos escapara un resultado, pero estamos aprendiendo de los errores para gestionar mejor los partidos», cuenta. Además, cree que el 2-0 anulado tendría que haber supuesto cerrar este duelo. «Esa jugada polémica nos hubiera dado tranquilidad, pero aun así peleamos hasta el final y conseguimos una victoria importantísima».

Precisamente, cuando fue sustituido por Manolito le hizo un gesto a su compañero pidiéndole cabeza. «Yo estaba mentalizado durante todo el partido de que no nos podíamos relajar, que teníamos que estar concentrados. Le quise transmitir eso, que el equipo estaba metido y que él lo estuviera también porque le necesitábamos», explica.

Porque para cuando Apeh entra al partido ya mandaba el Celta B con el gol de Jacobo, en jugada ensayada. «Estaba pensada para golpear de primera, pero no se dio y tuve que controlar, un doble control que fue bueno y tuve la suerte de hacer gol», indica. Como celebración, sus ya características volteretas. «Hace varios años que celebro así los goles, sobre todo los importantes. Es algo vistoso y es un toque mío. Siempre he sido un chico inquieto, de mucho saltar y dar vueltas, y lo he llevado al fútbol», destaca.

El tanto supone una gran satisfacción personal. «Hacía tiempo que no marcaba y estaba deseando hacerlo, sobre todo si era para dar al equipo una victoria importantísima como esta», plantea. Asegura que lo necesitaba: «Eran meses sin marcar y te quita un peso de encima. Los jugadores de arriba vivimos del gol y el equipo necesitaba esos goles. Sé que puedo aportarlos y si no lo hago no me siento bien, por eso esa necesidad», explica.

Su protagonismo con Onésimo ha crecido, pero asume que la regularidad es algo que debe mejorar. «Siempre he pecado de eso. Este año también pasé por un momento muy bueno y luego las cosas no terminaban de salir», dice. Aunque con el nuevo entrenador está jugando prácticamente todo, recalca que «con los hermanos Montes estaba encantado» y que le ayudaron mucho. «Al final son momentos, el de ahora es bueno y el equipo tiene que aprovecharlo».

Jacobo subraya que la llegada de Onésimo ha supuesto «aire fresco e ideas nuevas», aparte de que ha fomentado que todo el plantel esté más metido. «Cuando viene un entrenador nuevo todo el mundo da lo mejor de sí. La gente recarga pilas porque todos queremos jugar y viene alguien que no te conoce». También los fichajes han aportado en ese sentido y el futbolista ve «mucho margen de mejora» en las cosas que les pide el técnico y por ahora no le han dado.

Tiene fe ciega en la salvación. «No queremos que se repita lo del año pasado, tirar más puntos que luego echamos en falta, y estoy convencido de que este año va a ser distinto. Convencido es la palabra, no tengo ninguna duda. Vamos hacia arriba», finaliza.