La primera piedra y un mar de críticas

X. R. C. MOS

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Mouriño saluda a un nuevo tiempo para el Celta, que espera mudar a su fútbol profesional a Pereiras en julio del 2020, en un acto en donde arremete contra Caballero mientras en el exterior protestaban los comuneros

01 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera fase de la obra del proyecto de Ciudad Deportiva del Celta en Mos ya está en marcha con la colocación de la primera piedra. Pero el acto simbólico se convirtió en un mar de críticas, dentro del recinto (con un millar de invitados) por las acusaciones directas de Carlos Mouriño a Abel Caballero, acompañado de alguna puya de Nidia Arévalo, y fuera del mismo con la concentración de protesta de los comuneros de Tameiga para expresar su rechazo al centro comercial que la entidad céltica pretende levantar en el monte comunal de la parroquia vecina a Pereiras, en donde se van a construir los dos primeros campos.

La cúpula del Celta, los futbolistas y todos los invitados fueron recibidos con música de viento en la parroquia mosense de Pereiras en el acto de colocación de la primera piedra. Alrededor de 150 personas, vigiladas por un amplio dispositivo de seguridad, habían acudido a la convocatoria de las plataformas opositoras y repitieron sus consignas: «Nidia, Mouriño, o monte é dos veciños» u «o monte non se vende». «O recibimento que lle dá a xente de Tameiga ao exército de palmeiros de Nidia Arévalo», comentó un portavoz comunero.

Pero en la carpa en donde se desarrolló un acto festivo el ambiente crítico no estuvo menos caldeado. Más allá de las presentaciones y de la urna repleta de enseres que queda para la historia, Mouriño no desaprovechó la oportunidad para cargar contra el alcalde de Vigo, Abel Caballero, el único de los firmantes del pactos de Los Escudos (Feijoo estuvo representado por su vicepresidente Alfonso Rueda) en diciembre del año 2017 que ayer estaba ausente después de que la relación quedase reducida a la nada a lo largo de estos dos años.

«No están aquí los que no cumplieron su palabra, a los que solo les importa su mandato y no su honor», comentó el presidente del Celta, que dos años atrás había conseguido unir a los actores políticos para sacar adelante el convenio de Balaídos, ahora roto, y la ciudad deportiva, en marcha en Pereiras, en donde irá el grueso de las instalaciones deportivas, pero en pañales en Tameiga en donde pretende el promotor levantar el centro comercial, un espacio que en los últimos tiempos ha desaparecido de muchas de las misivas pero que aparece en los dípticos encargados de explicar cómo será la nueva casa del Celta una vez finalizada en un futuro que todavía parece lejano.

La intención del Celta es que sus dos equipos profesionales estén en Mos en julio, pero a falta de siete meses en el terreno que albergará la ciudad deportiva solo hay movimiento de tierras y poco más. Las catas arqueológicas han cambiado el paso de las obras, que deben seguir un ritmo más pausado.

Ahora deben comenzar a construir los campos y el edificio en donde irán los vestuarios y demás dependencias necesarias, aspecto para los que tienen permisos. De un modo paralelo comenzó la cuenta atrás para las reclamaciones de los vecinos contra la aprobación de la modificación puntual del PXOM que le debe dar encaje legal a la expropiación del montes en Tameiga, aunque la alcaldesa se comprometió a no llevarla a cabo ante el pleno.

El Celta considera que su proyecto «tiene vocación de convertirse en referente de sostenibilidad, gestión de servicios del agua, tierra y energía» y que desde el prisma de la cúpula de Príncipe «colocará a Galicia en la vanguardia del deporte y el ocio». Falta por ver su concreción y los obstáculos a sortear en un camino que no parece de rosas. Aunque los comuneros plegaran filas antes de la conclusión del acto.

«Puede ser factible, a por ello vamos», dice el arquitecto del plazo

Julio del año 2020, en el inicio de la próxima pretemporada. Ese es el plazo que se da el Celta para que su fútbol profesional (el primer y el segundo equipo) ya estén en la ciudad deportiva de Pereiras, un tiempo muy ajustado con toda la obra que queda por delante en un espacio que de momento solo tiene hecho el movimiento de tierras.

«Puede ser factible, a por ello vamos», comentó el arquitecto Jesús Irisarri, que recordó que «siempre decía que en ocho meses lo podríamos tener. A veces se corre más, todos queremos que sea cuanto antes pero para la fecha concreta dependemos de terceros. Si lo haces a tu aire y mal puedes correr más, pero lo queremos hacer bien con todos los permisos legales necesarios, pasito a pasito, con los estudios necesarios, pero por ganar un mes, hacer algo mal a mí no me gustó nunca».

En esta primera fase, además de los dos campos del fútbol profesional, también está proyectado los vestuarios y las zonas anexas, «lo que se llaman espacios imprescindibles para la práctica del deporte. Para esta parte del edificio están contemplados los vestuarios y la zonas anexas, porque los jugadores no salen a entrenar solo con vestirse de corto», por eso en esta primera fase se construirán las dependencias médicas, de fisioterapia y demás servicios necesarios. En eso consiste la segunda licencia que acaban de recibir del Concello de Mos. La primera había sido para el destierre del primer campo y para colocar los taludes necesarios.

Jesús Irisarri también hizo referencia a las catas arqueológicas que han ralentiza el ritmo de trabajo. Lo hizo en primer lugar para indicar que «el estudio arqueológico del solar es fantástico, se han encontrado cosas curiosas a día de hoy ya sabemos que no somos los primeros en vivir aquí, hubo unas gallegos listos que hace muchos años dijeron que esta parcela estaba bien», explicando a continuación que el organismo dependiente de la Xunta de Galicia ya dio permiso para seguir avanzando en la zona en la que están trabajando: «A día de hoy Patrimonio ha dado el visto bueno a gran parte de las excavaciones que hemos hecho y sigue atentamente el resto de los trabajos, esto es muy grande y vamos por zonas».

Asimismo indicó con respecto a las captaciones de aguas «se están haciendo con mucho cuidado, se les va a mejorar».