El equipo vigués tuvo que conformarse con un empate sin goles ante un rival directo
30 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta se quedó con las ganas de encadenar dos victorias seguidas y tuvo que conformarse ante un rival directo con un punto que deja más contento al Valladolid que al equipo de Óscar García Junyent. Los vigueses propusieron más y dispusieron de más ocasiones, pese a la dificultad para crear peligro ante un rival serio y que no les puso las cosas nada sencillas. Dos buenas oportunidades de Aspas en la primera parte y una de Santi Mina en el último suspiro pudieron haber decantado la balanza.
Once inicial
Santi Mina, la única novedad
Óscar García Junyent apostó para su estreno en Balaídos por los mismos once que ganaron en Villarreal con una única excepción: la entrada de Santi Mina en lugar de un Brais Méndez que se quedó sin minutos ayer. También hubo cambios en el banquillo, con el regreso de Rafinha Alcántara, que dispondría de sus primeros minutos tras la lesión y con el nuevo técnico, la aparición de Fran Vieites por lesión de Iván Villar y el descarte de Kevin Vázquez, por primera vez fuera de una convocatoria estando disponible.
Desarrollo
Intentos frustrados por un buen rival
Salió mejor al partido el Valladolid, que se hizo con el control de juego en los primeros minutos y dispuso de las mejores ocasiones. Pero cuando el Celta despertó lo hizo para disponer de cuatro saques de esquina casi consecutivos y a punto estuvieron de marcar Aspas, Pione Sisto y Néstor Araujo. Dos robos de Aspas propiciaron otras tantas ocasiones de peligro en un Celta que continuó apostando por la presión alta (aunque le costó más en que los anteriores partidos de Óscar), moviendo rápido y balón y tratando de abrir el juego por las bandas. No tardó el equipo visitante en mostrarse como el esperado conjunto valiente que no regala nada al rival.
Puntería
Más disparos, pero sin lograr ningún gol
El Celta alcanzó la cifra de trece disparos en el partido de ayer, unas cifras muy por encima de la media de lo que va de liga. Sin embargo, se volvió a dar de bruces con uno de los grandes problemas que ha arrastrado este curso: la falta de acierto de cara a portería. A su vez, fue la cuarta vez en la temporada que el equipo logró dejar la portería a cero y el segundo empate sin goles tras el del Metropolitano. Los celestes no fueron capaces de sobreponerse al juego trabado que proponía el rival, interesado en un duelo con poco ritmo con el que no supieron romper.
Cambios
Valentía sin efecto desde el banquillo
Aunque no surtieron el efecto esperado, Óscar García Junyent fue valiente con sus cambios. En primer lugar apostó por Fran Beltrán en el lugar de uno de los jugadores que más minutos acumulan esta temporada, Lobotka; después dio entrada a Rafinha por un Denis al que de nuevo se le vieron gestos de enfado al ser sustituido y por último dio minutos al Toro Fernández retirando a un Pione que encadenaba por primera vez este curso tres titularidades consecutivas. Los tres aportaron cosas, el hispanobrasileño con visión de juego, el de Seseña con despliegue físico y el uruguayo con actitud y ganas de crear peligro.
