Óscar García, estreno y reválida en casa

x. r. c. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

El Celta vuelve a Balaídos con el nuevo técnico, tras ganar fuera y con la opción de encadenar dos triunfos

29 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Óscar García Junyent se estrena en Balaídos, Sergio Álvarez vuelve a defender la portería en su campo un año después y Rafinha ya tiene el alta y podría ir al banquillo. Este es el escenario en el que el Celta buscará esta noche encadenar por primera vez en este 2019 cuesta abajo dos victorias consecutivas. La visita del Valladolid, un rival siempre incómodo, se presenta como la reválida definitiva para testar si el equipo céltico ha dado un giro radical a su trayectoria. Además, en caso de sumar los tres puntos, los celestes dormirían fuera de la zona de descenso, una cuestión nada baladí para recuperar el ánimo.

García Junyent superó el examen del Camp Nou pese a la abultada derrota con la firma de Messi y aprobó con nota el test de Villarreal rompiendo una racha de un año sin ganar a domicilio. Con el paraguas de esas buenas sensaciones se presenta el catalán en su nueva casa en su primer partido como técnico local. Para comenzar todo apunta a que repetirá el mismo dibujo del domingo pasado (un 1-4-2-3-1) y que apostará por los mismos mimbres con la principal duda de Brais o Santi Mina en el costado derecho de la línea de media puntas. Todo lo demás, salvo sorpresa, suena a continuidad pese a que Rafinha recibió el alta en la tarde de ayer y podría ser una de las novedades en la lista definitiva que el técnico dará a conocer poco antes del partido. Hasta la fecha nunca había estado disponible para el nuevo inquilino del banquillo.

Pione Sisto, en el frente de ataque, y Pape, en el doble pivote, han sido hasta el momento las apuestas más novedosas del entrenador y los dos podrían repetir titularidad por tercera vez, algo inédito para ambos en los últimos tiempos.

Tampoco hay dudas en cuanto a la idea de juego. Si el Celta fue un equipo valiente en Barcelona y Villarreal, con presión muy alta, casi a la altura del área rival, parece difícil que vaya a cambiar de idea en la vuelta a casa casi un mes después (hubo parón de selecciones además de dos salidas consecutivas).

Una propuesta que se encontrará con un rival tenaz, que siempre juega de la misma manera pero que obliga a cualquier equipo a sudar con su fútbol combativo y nada exento de calidad, con jugadores muy rápidos en la parcela ofensiva. De hecho los pucelanos empataron el curso pasado en Vigo (3-3) con un auténtico recital y este curso, con una posición clasificatoria desahogada ya han sido capaces de ganarles al Betis y al Espanyol a domicilio además de empatar en el Bernabéu y San Mamés. Los equipos de Sergio González jamás engañan, pero son de lo más engorroso para cualquier rival.

La única salvedad que pudiera tener este guion de partido, el que abre la décimo quinta jornada, es la lluvia y el estado del terreno de juego de Balaídos, impecable hasta la fecha pero que puede verse afectado por los litros de lluvia caídos en Vigo a lo largo de los últimos días, una situación que podría alterar el plan de partido.