Óscar García Junyent fía la salida del descenso a un cambio radical de la puesta en escena del Celta
24 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Hay una palabra que Óscar García Junyet tiene grabada a fuego desde su desembarco en el Celta: la de competir y hacerlo cada día mejor «porque competir bien es lo que nos va a llevar a salir de esta situación». A ella se refirió en su presentación tres semanas atrás y de ella hizo el hilo conductor en su comparecencia previa al partido de esta tarde en El Madrigal ante el Villarreal. Porque esa palabra marca el camino para salir de la zona de descenso en la que se encuentra inmerso el equipo vigués después de un pésimo inicio de liga. Los célticos iniciarán el partido a cinco puntos del corte de la salvación.
Y a cultivar el arte de competir ha dedicado el equipo las dos últimas semanas sin liga de por medio. A competir con más intensidad y tensión, a diferencia de la época anterior, y a competir de otra manera, con otro dibujo y una diferente idea de juego.
Sin David Juncà parece difícil que el Celta vuelta a apostar por el 3-5-2 ante el Villarreal, pero tampoco que vuelva al 4-4-2 casi inflexible. Frente a un rival con gusto por la posesión y con mucho toque en la zona de creación bajo al batuta del incombustible Cazorla, todo indica que el Celta saldrá con un trivote, lo que podría inducir a un 4-3-3 como sistema y con la posibilidad de que Denis Suárez recupere la titularidad en el costado izquierdo del ataque y que Aspas pueda partir de una banda si el Toro accede a una titularidad que tiene vetada desde el mes de agosto. De lo contrario Brais podría ser la tercera pata del ataque.
En el secretismo de Óscar García Junyent no hay pistas ni para la portería. Con Rubén Blanco lesionado por espacio de dos o tres semanas la lógica invita a pensar que Sergio Álvarez volverá a jugar un partido casi un año después, pero ni ese puesto tan específico quiso confirmar el catalán, que sí mantiene la costumbre y se llevó a tres porteros hasta Villarreal. Iván Villar, con solo 90 minutos en Primera hace más de dos temporadas, sería el plan B.
Más allá de pistas y de onces el partido suena a reválida para Óscar García. El duelo del Camp Nou dejó un buen poso pese a la derrota y ahora es el momento de traducir sensaciones en puntos. Porque el Celta no se puede permitir una sexta derrota consecutiva y dilatar por más tiempo el reencuentro con el triunfo a domicilio después de 16 salidas estériles. Los vigueses regresan, casi en las mismas fechas, al último campo en donde han ganado fuera y frente al equipo que les dio vida la temporada pasada para obrar al final el milagro de la permanencia, un objetivo que en El Madrigal podría comenzar a cumplirse hoy si el equipo compiten al modo García Junyent.
