El presidente anunció que tienen licencia para la ciudad deportiva y que en diez días se pondrá la primera piedra
07 nov 2019 . Actualizado a las 10:05 h.El presidente del Celta, Carlos Mouriño, se dirigió ayer a los socios con más de 50 años de antigüedad agradeciéndoles su fidelidad. Además, aprovechó también para hablar de su gestión y del tiempo que lleva al frente del equipo, trece años en los que, dijo, han «cumplido sueños». Entre ellos, la sede en Príncipe donde se celebró el acto, «vuestra casa», les dijo a los asistentes. Y les emplazó a ver con sus propios ojos el que considera que será el nuevo sueño cumplido, la ciudad deportiva de Mos. «Tenemos la licencia y en diez o quince días se pondrá la primera piedra», señaló el presidente.
Repasó, asimismo, algunos de los logros del club en los últimos tiempos. «Seguimos pensando que los que estamos dando son los primeros pasos que debe dar un equipo como el Celta para consolidarse en todos los ámbitos», apuntó. Mouriño se retrotrajo a la complicada época en que llegó al Celta, con una deuda de 82 millones y la entidad a punto de desaparecer, rememoró, y agradeció a los abonados no haberles abandonado entonces. «Queremos agradecer la comprensión que tuvisteis para aguantar, pero los problemas pasaron y no nos gusta regodearnos en lo conseguido, sino disfrutar de lo que nos falta por conseguir, que es mucho», ahondó.
En ese sentido, dijo Mouriño que a pesar de llevar en el cargo desde el 2006, no siente que esté al principio de su proyecto. «Estamos en una etapa de estabilidad. Podemos decir que llevamos ocho temporadas en Primera, que es la segunda etapa más larga de la era moderna, por eso después de haber consolidado la parte económica estamos consolidando la deportiva. Con sufrimiento, por supuesto».
Porque aunque veladamente, habló del momento del equipo. «Tenemos que estar pendientes cada domingo no solo de nuestro resultados, sino de los de los demás, pero hemos podido ir sorteando las dificultades y que estamos en un momento de iniciar una andadura estable con más recursos», decía. Quiso destacar que los cuatro capitanes, presentes, son gallegos. «Es una sela de identidad, porque los eligen sus compañeros. Cada vez está calando más el espíritu de cantera que siempre defendimos». Y añadió que su filosofía siempre ha pasado porque «es más importante gastar un millón en la cantera que en un futbolista».
El máximo accionista del Celta subrayó que hay que «mirar hacia adelante, al futuro, y olvidarse de la inmediatez que prima o marca en el fútbol». Porque a su equipo lo que le marca es «el proyecto de futuro». «Hemos conseguido una estabilidad económica tremenda, no tenemos ninguna deuda y a partir de ahí hemos crecido en otras áreas», poniendo el foco en los premios recibidos por gestión, por crecimiento económico y por los frutos de la cantera. «Pensamos que no estamos a mitad de la tarea, sino al principio».
