Los vigueses equilibraron el tanto inicial del Betis en un buen segundo tiempo y ven arruinado su trabajo por un gol de Fekir en el 89

X. R. C.

El Celta entra en descenso el día que menos lo merecía, porque en el Villamarín, después de una segunda parte de empuje que le llevó al empate, acabó perdiendo en el minuto 90 ante un Betis que se dedicó a defender el 1-0 y que incluso firmaba el empate viendo la superioridad del cuadro vigués. La derrota llegó en una pésima defensa del balón parado que aprovechó Fekir para marcar y echar por tierra todo el trabajo del conjunto vigués y que deja en una situación comprometida a un Escribá que ayer movió el sistema y en el segundo acto consiguió que su equipo sacase su versión más ofensiva.

Los goles no solo son la razón de ser del fútbol, sino el mejor psicólogo para equipos en problemas. El Celta, con las novedades de Juncà, Rafinha y Beltrán en el once y con un 4-2-3-1 como sistema en ataque, fue mejor en el arranque y le creó dos ocasiones claras al Betis pero no remató ninguna de ellas. Parecía, viendo el inicio que los vigueses tenían un punto menos de histeria que su rival, pero Emerson marcó en la primera jugada llegando desde su posición de lateral derecho y tras cocinar los verdiblancos la jugada en el carril contrario y con el 1-0 todo cambió. Entonces crecieron los de Rubi y traspasaron los nervios a los vigueses. De hecho, Borja Iglesias, que recuperaba la titularidad, estuvo a un palmo del segundo tras una pérdida de Hugo Mallo que Rubén enmendó.

A medida que caían los minutos el Celta volvió a pisar campo contrario e incluso comenzó a vivir en el balcón del área rival, pero sin poner a prueba a Joel en una sola ocasión. A Santi Mina le bloquearon un disparo tras una buena combinación, Beltrán disparó alto en buena posición y un cabezazo de Denis no cogió portería. Eso fue lo más parecido a una ocasión real del Celta antes del descanso.

El segundo tiempo, con Brais en el campo después de salir tocado Santi Mina, hasta el empate fue el monólogo del Celta ante un Betis que se dedicó a defenderse y que resistió con las paradas de Joel. Los célticos no solo vivieron en campo contrario, sino que robaban todos los balones, visitaban a cada momento el balcón del área y, a diferencia de otras ocasiones, miraban a la portería rival. Lobotka envió el primer aviso y Joel tuvo que realizar una buena estirada para despejar el balón, poco después Denis, más participativo en este acto, conectó un derechazo al que respondió el meta formado en la cantera del Atlético, y a continuación fue el palo el que salvó a los verdiblancos. En este caso con una remate de cabeza de Aidoo.

Al cuarto intento cayó el Betis de maduro. Fue en una falta y con intervención del VAR. Sacó Brais y tras un rechace el brazo derecho de Borja Iglesias, que había bajado a defender, impactó con el balón. Gil Manzano no lo pitó en primera instancia pero una revisión del monitor le sirvió para rectificar. Señaló los once metros y Aspas ajustó el disparo para no dar opción a Joel y poder cumplir con la celebración pactada en La Resistencia.

El 1-1 llevó el partido a un ida y vuelta con pocas ocasiones y en donde el Celta era el claro controlador de la contienda, pero dejó un cabo suelto y en el 89 lo pagó. El rechace de una falta lateral (mal respondida por Araujo) acabó en los pies de Fekir sin ningún céltico que le incomodase. El galo colocó el balón y le dio un triunfo del todo inmerecido a un Betis que demostró su delicada situación, pero que deja al Celta en descenso y sumido en una crisis cuya salida parece más difícil cada día.