El reto del Celta se cocina a domicilio

X. R. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Escribá eleva la exigencia al apuntar que los vigueses necesitan triunfos fuera para alcanzar el objetivo

20 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El preámbulo del partido de Mendizorroza se convirtió en una declaración de intenciones. Sin decirlo, Fran Escribá aumentó el nivel del objetivo y de paso la necesidad de reencontrarse con la victoria a domicilio diez meses después. «Solo con los puntos de casa no creo que podamos llegar a los objetivos que nos planteamos», comentó el entrenador céltico antes de emprender viaje a la capital alavesa.

Los célticos son el equipo de Primera que más tiempo lleva sin ganar fuera de casa y por mucha diferencia (tres meses) con respecto a su inmediato perseguidor, precisamente el Alavés. Si a ese dato se le añade que el Celta nunca le ha ganado a los blanquiazules en su feudo en la máxima categoría y que con Escribá los vigueses no han encadenado dos victorias consecutivas, la posibilidad de cambiar de tendencia se oscurece sobre el papel.

Para cambiar la historia Escribá hará un cambio en el centro de la defensa. En esta ocasión llevó un poco más allá su tradición y Araujo no entró en la convocatoria de 20 jugadores después de un parón de selecciones. Jorge Sáenz tiene todas las papeletas para erigirse en su elegido. De confirmarse la alternativa serían sus primeros minutos desde el partido con el Granada, en donde duró 11 minutos en el campo por decisión del VAR.

El lateral izquierdo también ofrece alguna duda después de que Olaza estuviese parado 10 días, pero su etiqueta de titular le puede ayudar ante un Juncà que todavía no se estrenó esta temporada. El tercer foco de dudas alimenta el debate entre Rafinha y Brais Méndez que por el momento, para el preparador céltico, parece estar ganando el hispanobrasileño.

Porque la idea del Celta es defenderse con el balón ante un rival de mucha presión y de buen juego directo, pero que tiene los mismos problemas que los vigueses para disparar a portería y que intenta vivir lo máximo posible de la estrategia.

Tener el balón, según la lección práctica de Escribá, no significa coleccionar pases, especialmente en los últimos 30 metros. En ese espacio el valenciano prefiere un pase menos y un tiro más. Hacer de la verticalidad virtud en definitiva ante un Alavés que ha dado un paso al frente en los últimos partidos con un triunfo en casa y una buena imagen en Valencia.

Distancia con la zona roja

Además, y aunque Escribá hable de que los puntos de casa no llegan par alcanzar el objetivo, la primera premisa del Celta debe ser poner distancia con la zona roja, de la que solamente le separan en estos momentos dos puntos, uno más que su oponente de la mañana de hoy. Los dos son en estos momentos rivales directos por la tranquilidad.

El partido también tendrá un margen para el reencuentro. Tres célticos son ahora albiazules (Guidetti, Joselu Mato y Luis Rioja) y una de las principales amenazas ofensivas de los babazorros, el coruñés Lucas Pérez, es un rival declarado de los vigueses.

Los célticos comienzan en Vitoria un ciclo para tomar posiciones antes del parón del mes de noviembre. Real Sociedad, Betis y Getafe le esperan a la vuelta de la esquina en un ciclo de tres partidos en ocho días, pero antes del maratón toca darle continuidad al triunfo ante el Athletic. Por mucho que hayan pasado dos semanas.