El verano celeste finaliza con dudas

GRADA DE RÍO

M.Moralejo

El Celta cae en el Memorial Quinocho ante un Lazio más intenso y certero en un discreto partido

11 ago 2019 . Actualizado a las 00:16 h.

El verano termina peor que comenzó para el Celta. No por los resultados, sino por el juego. Ante el Lazio el cuadro vigués entró mal al partido y fue siempre a remolque, sacando a relucir alguna de las carencias que se adivinan ante un rival de enjundia y jerarquía con Immobile como absoluta referencia ofensiva.

Escribá apostó por Costas y Aidoo como centrales, Beltrán como compañero de Lobotka en la sala de máquinas y Lauti siguió coleccionando minutos en una pretemporada de ensueño para el canterano. Además, introdujo una variante en el centro del campo colocando a Denis Suárez de media punta durante muchos minutos, lo que dejaba un pasillo en la banda izquierda. Puede que sean las primeras pistas de cara al partido con el Real Madrid, ya de liga, dentro de siete días en el mismo escenario.

Pero la puesta de largo en Balaídos comenzó torcida. El Lazio tiró de presión e intensidad e Immobile hizo el resto con dos goles antes de la media hora. El segundo, una espectacular volea que tocó en el palo antes de besar la red. Durante este trecho el campeón de la Copa de Italia jugó muy cómodo. Ahogando la salida de balón de un Celta que perdía el esférico por sistema y que en esta ocasión no pudo repetir la estrategia exhibida ante el Lille de meter a los dos jugadores de banda por centro.

El cuadro vigués solo vio la luz cuando Iago Aspas entraba en contacto con el balón. En el último cuarto de hora ese punto de luz de capitán se amplió al resto del equipo, que comenzó a tocar el balón con paciencia y aprovechando la bajada de presión del Lazio comenzó a crear oportunidades. Primero Denis con un tiro desde fuera, luego Aidoo con dos cabezazos a saque de córner (el segundo en una posición muy franca que desaprovechó) y finalmente el gol de Beltrán con un tiro desde fuera del área que encontró la colaboración del portero albanés de los italianos.

El segundo tiempo fue un constante ida y vuelta en donde el Lazio estuvo más cerca del gol. Con los cambios y las interrupciones (hubo una cantidad desmedida de tarjetas amarillas para tratarse de un amistoso) los dos equipos tendieron a partirse y en ese escenario el cuadro romano estuvo más cerca del gol con dos remates a la madera. Uno de Caicedo de cabeza nada más entrar y un disparo de Lazzari que devolvió con virulencia el larguero. Y Rubén, que ya había estado acertado en el primer tiempo, volvió a lucirse con un par de buenas manos. El mosense jugó los 90 minutos, lo que confirma su plena disposición para la liga.

Como en el primer tiempo, lo poco que generó en ataque el Celta lo firmó Iago Aspas, que se prodigó más en el costado izquierdo en busca de espacios ante la defensa de tres centrales del Lazio. Por ese lado llegó un centro envenenado que casi convierten en gol en propia meta los romanos en el despeje. El capitán también cabeceó alto un remate desde la izquierda. El partido acabó con una falta ensayada sacada por Brais y colocada por Araujo que atrapó el portero rival.

Ahí acabó la pretemporada, que el Celta despide con dos derrotas después de un inicio pletórico. El sábado comienza la hora de la verdad y Escribá tendrá que hacer números para construir un once.