Beltrán apunta a titular y Iago busca a su «Maxi»

Alberto Estévez Ingelmo VIGO

GRADA DE RÍO

M.Moralejo

El Lazio se llevó el Memorial Quinocho en un partido sin ritmo y poco vistoso

11 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El equipo de Escribá volvió a dejar frío al celtismo en su estreno en el estadio de Balaídos. El Lazio se llevó el Memorial Quinocho en un partido sin ritmo -como es habitual en las pretemporadas- y poco vistoso en el cómputo global. Los italianos fueron merecedores de la victoria por el mero hecho de que Rubén se tuvo que poner más veces el mono de trabajo que su homólogo Strakosha, quien falló estrepitosamente en el único tanto celeste.

El Celta presentó una alineación que se presupone muy similar a la que saltará al césped contra el Real Madrid el próximo sábado. En la parte de atrás las incógnitas son la reaparición de Hugo Mallo en el lateral derecho y el acompañante de Aidoo en el eje de la defensa. Delante de la línea de cuatro todo apunta a que actuarán Lobotka y Fran Beltrán, el ex del Rayo parece haberle ganado la partida a Jozabed y a Jorge Saenz -que jugaba fuera de posición- para suplir la baja de todo un fijo en las alineaciones de Escribá como es Okay Yokuslu. Beltrán tiene todas las papeletas para ser la pareja de baile del eslovaco en la medular del campo en el debut liguero. El prometedor centrocampista afrontará un examen realmente importante para el devenir de su papel en la plantilla. La campaña pasada Escribá decidió no contar con Beltrán y los minutos que disputó fueron residuales, por lo que deberá de ganarse la confianza del técnico para ser una alternativa real al duopolio de Lobotka y Okay Yokuslu.

Otra gran incógnita en clave Celta es la falta de una referencia arriba, es decir, el Maxi de turno que fija a los centrales y libera a Aspas para que la creatividad del moañés fluya en zonas de peligro. Lauti fue quien acompañó a Iago en el 4-4-2, el canterano realizó un partido notable siendo de las pocas conclusiones positivas de este último test de pretemporada. El problema surge cuando el 10 no tiene a su lado a una referencia y tiene que llevar a cabo parte de sus funciones. Entonces su fútbol se diluye y no aparecen combinaciones con la gente del medio del campo. Por ello, Iago necesita a su nuevo Maxi y la vuelta de Toro Fernández y especialmente de Santi Mina será vital para ver la mejor versión del líder celeste.

El Celta volverá a darse cita ante su gente en Balaídos dentro de una semana. Los pupilos de Escribá afrontarán el partido contra el Real Madrid con un once titular cogido con pinzas por las bajas confirmadas de Okay y Mina, junto a la incógnita de Hugo.